Tras un inicio errático, la saga de ‘Rápido y furioso’ supo reinventarse y tener un alcance épico en sus más recientes entregas, ofreciendo tramas un poco más elaboradas que suceden alrededor del mundo y sumando al elenco a figuras muy conocidas, alcanzando su punto más alto en la séptima entrega, dirigida por James Wan.

Ahora entra al relevo en la silla de director F. Gary Gray, con una historia que arranca en Cuba, donde Toretto y Lety (Vin Diesel y Michelle Rodríguez) disfrutan su luna de miel en la isla caribeña, tras tener un enfrentamiento en auto con un hombre local y ganarlo de manera espectacular, Dom es tentado por una misteriosa mujer que aparece de pronto.

La mujer en cuestión es Cipher (Charlize Theron), una ambiciosa hacker que lo seduce a colaborar con ella para robar unas peligrosas armas nucleares, a lo que Toretto acepta a pesar que ello conlleva tener que traicionar a los suyos.

Los productores han conseguido armar una fórmula que se ha ido convirtiendo en una efectiva saga, en la que rutilantes nombres como Dwayne Johnsson, Jason Statham, Luke Evans y Kurt Russel repiten, sumando además de Charlize Theron a Helen Mirren en un pequeño papel, buscando que dichos nombres eleven el prestigio de la saga.

Pero esa acumulación excesiva de figuras/personajes no le juega a favor a esta octava entrega, algunos personajes de pronto no tienen cabida en la historia, a otros se los siente desaprovechados mientras con otros no se termina de entender su rol en una trama que se queda corta en cuanto al tema que introduce en esta entrega, el dilema moral por la traición de Toretto, el cual no es del todo desarrollado.

Pero lo que ha sostenido y madurado a esta saga pasa por otro lado y ahí no falla, hay muchas secuencias de espectaculares carreras en auto, persecuciones y demás escenas plenas de acción en las que el verosímil es sustituido por lo espectacular de la resolución, todo en ese ambiente de gran familia que la ha caracterizado.

Sin llegar a la altura de su predecesora, la más espectacular y emotiva de la saga, esta octava entrega cumple y no defrauda las expectativas del espectador y fanático de la saga: adrenalina, velocidad, muchos autos, bellas mujeres y ese entrañable grupo de amigotes que entregan un entretenimiento ligero pero aceptable.


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