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Voto de Helder:
6
5,2
44.024
Acción. Ciencia ficción. Thriller. Fantástico
Lucy, una joven obligada a ejercer de mula de una nueva y potente droga, adquiere de repente enormes poderes sobrenaturales cuando la bolsa de la droga se rompe y los narcóticos entran en contacto con su cuerpo. Entonces, su cerebro comienza a aumentar la capacidad de uso hasta poder ser utilizado al 100%, convirtiéndose en una máquina letal con habilidades extraordinarias. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2014
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corroboraciones científicas aparte, no hay que olvidar que 'Lucy' no deja de ser una película de Ciencia-Ficción que lo que busca es en un primer plano entretener y en un segundo plano hacer pensar al espectador. Estos son los dos pilares en los que se basa la Ciencia-Ficción y, en ningún caso, en si lo que se expone en la película es científicamente probable o no. En el caso de 'Lucy', cumple con creces con los dos cometidos ya anotados, pero no sólo eso, sino que la película es todo un despliegue visual, especialmente a partir del tercer acto.
Digamos que la capacidad de no aburrir de la película se basa en que, fundamentalmente, hay varias películas en una misma. Empieza como una película de gángsters convencional, un thriller con toques de terror sobre el narcotráfico intercontinental, para luego convertirse en una película de acción al más puro estilo 'Transporter' (Corey Yuen, 2002) y, finalmente, va a desembocar en una película con connotaciones filosóficas y una narratividad experimental que bien pudieron haber rodado los hermanos Wachowski (las referencias a Matrix son más que evidentes). Lo malo es que la duración de la película es tan escasa, que apenas te da tiempo a disfrutar o meterte en cualquiera de las tres películas y, cuando te quieres dar cuenta, la película ha terminado y no te has enterado de nada. No es problema del guión, sino de un montaje frenético que no puede sino enseñar un presupuesto escaso para una superproducción como la que nos atañe.
Como protagonista, tenemos a una Scarlett Johansson que brilla por si sola y que toma muchos elementos de papeles que ya ha interpretado anteriormente (Charlotte de 'Lost in Translation', la Viuda Negra en 'Los Vengadores' y 'Capitán América: El Soldado de Invierno', etc) para interpretar a un personaje tan cambiante que el balance de su personalidad en la película no deja de ser una amalgamaba de personajes diferentes. Lucy cambia tan rápido como avanza el metraje y puede que eso sea una de las razones por las que este "blockbuster" ha sido tan criticado. Sin embargo, ha sabido darle empaque a la película y poner la cara de esta superproducción alocada de una forma aceptada. Johansson es Lucy, desde la insegura estudiante del principio hasta la biomáquina en la que se convierte, y se me hace difícil imaginar a otra actriz haciendo el mismo papel.
Lo malo en este aspecto es que el resto de actores está puesto prácticamente como adorno. Morgan Freeman prácticamente es un narrador y su presencia activa en la película sólo es en el último acto, sin que tenga que hacer algo significativo. Min-sik Choi es un buen villano, aunque algo desaprovechado, teniendo en cuenta el desenlace de la historia inicial y su papel en el tercer acto. Amr Waked está únicamente para darle un toque francés a una película ya de por si forzada a ser situada en la Ciudad de la Luz. Su aportación a la película es prácticamente nula, casi de hombre florero al lado de Johansson.
En cuanto a la técnica, destacar sobre todo el montaje y el apartado visual, que me ha sorprendido incluso sabiendo qué iba a ver. La aplicación de efectos visuales se acerca más a una sesión VJ que a una película palomitera para el verano, sino casi una película experimental de unas varias decenas de millones (49 millones de euros, baratita). En este aspecto, a destacar el tercer acto de la película, cuando Lucy sobrepasa el 70% de su capacidad mental y todo es una montaña rusa que va cuesta arriba para lanzarte de repente hacia abajo en los últimos minutos.
La acción está excelentemente rodada, como no puede ser de otra forma a manos de Luc Besson, la escena en la que Lucy se libera es tan corta como impresionante y la persecución de coches en las calles de París es una de las escenas más impresionantes que he visto en el cine de estos últimos años, donde el CGI ha reemplazado todo vestigio de realismo, aquí tenemos coches que realmente se golpean entre si y se lanzan contra la cámara desbocados.
A destacar la estética "comiquera" de la parte que concierne a Taipei, en especial la guarida de los mafiosos con las paredes pintadas con Kanjis rojos.
Lo mejor: Scarlett Johansson como protagonista, montaje atrevido y experimental (aunque con fallos que explico en los spoilers), CGI conseguido y estética. No aburre ni pierde interés en ningún momento.
Lo peor: Duración corta que no da tiempo ni a disfrutar lo que ofrece la película, ni a entenderlo siquiera, personajes desaprovechados o puestos con calzador. Poca tensión a partir del momento en el que Lucy se convierte en un ser sobrehumano. Poca cohesión; en algunas ocasiones es una película tonta, en otras demasiado sesuda, a veces es una película de acción, otras una de superhéroes y en otras toma tildes dramáticos.
Digamos que la capacidad de no aburrir de la película se basa en que, fundamentalmente, hay varias películas en una misma. Empieza como una película de gángsters convencional, un thriller con toques de terror sobre el narcotráfico intercontinental, para luego convertirse en una película de acción al más puro estilo 'Transporter' (Corey Yuen, 2002) y, finalmente, va a desembocar en una película con connotaciones filosóficas y una narratividad experimental que bien pudieron haber rodado los hermanos Wachowski (las referencias a Matrix son más que evidentes). Lo malo es que la duración de la película es tan escasa, que apenas te da tiempo a disfrutar o meterte en cualquiera de las tres películas y, cuando te quieres dar cuenta, la película ha terminado y no te has enterado de nada. No es problema del guión, sino de un montaje frenético que no puede sino enseñar un presupuesto escaso para una superproducción como la que nos atañe.
Como protagonista, tenemos a una Scarlett Johansson que brilla por si sola y que toma muchos elementos de papeles que ya ha interpretado anteriormente (Charlotte de 'Lost in Translation', la Viuda Negra en 'Los Vengadores' y 'Capitán América: El Soldado de Invierno', etc) para interpretar a un personaje tan cambiante que el balance de su personalidad en la película no deja de ser una amalgamaba de personajes diferentes. Lucy cambia tan rápido como avanza el metraje y puede que eso sea una de las razones por las que este "blockbuster" ha sido tan criticado. Sin embargo, ha sabido darle empaque a la película y poner la cara de esta superproducción alocada de una forma aceptada. Johansson es Lucy, desde la insegura estudiante del principio hasta la biomáquina en la que se convierte, y se me hace difícil imaginar a otra actriz haciendo el mismo papel.
Lo malo en este aspecto es que el resto de actores está puesto prácticamente como adorno. Morgan Freeman prácticamente es un narrador y su presencia activa en la película sólo es en el último acto, sin que tenga que hacer algo significativo. Min-sik Choi es un buen villano, aunque algo desaprovechado, teniendo en cuenta el desenlace de la historia inicial y su papel en el tercer acto. Amr Waked está únicamente para darle un toque francés a una película ya de por si forzada a ser situada en la Ciudad de la Luz. Su aportación a la película es prácticamente nula, casi de hombre florero al lado de Johansson.
En cuanto a la técnica, destacar sobre todo el montaje y el apartado visual, que me ha sorprendido incluso sabiendo qué iba a ver. La aplicación de efectos visuales se acerca más a una sesión VJ que a una película palomitera para el verano, sino casi una película experimental de unas varias decenas de millones (49 millones de euros, baratita). En este aspecto, a destacar el tercer acto de la película, cuando Lucy sobrepasa el 70% de su capacidad mental y todo es una montaña rusa que va cuesta arriba para lanzarte de repente hacia abajo en los últimos minutos.
La acción está excelentemente rodada, como no puede ser de otra forma a manos de Luc Besson, la escena en la que Lucy se libera es tan corta como impresionante y la persecución de coches en las calles de París es una de las escenas más impresionantes que he visto en el cine de estos últimos años, donde el CGI ha reemplazado todo vestigio de realismo, aquí tenemos coches que realmente se golpean entre si y se lanzan contra la cámara desbocados.
A destacar la estética "comiquera" de la parte que concierne a Taipei, en especial la guarida de los mafiosos con las paredes pintadas con Kanjis rojos.
Lo mejor: Scarlett Johansson como protagonista, montaje atrevido y experimental (aunque con fallos que explico en los spoilers), CGI conseguido y estética. No aburre ni pierde interés en ningún momento.
Lo peor: Duración corta que no da tiempo ni a disfrutar lo que ofrece la película, ni a entenderlo siquiera, personajes desaprovechados o puestos con calzador. Poca tensión a partir del momento en el que Lucy se convierte en un ser sobrehumano. Poca cohesión; en algunas ocasiones es una película tonta, en otras demasiado sesuda, a veces es una película de acción, otras una de superhéroes y en otras toma tildes dramáticos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Creo que hay un fallo en el montaje que, de haber sido corregido, la película hubiera mejorado en calidad. Hay dos escenas que parecen desencajadas. La primera de ellas es en la que Lucy se descompone en el avión rumbo a París para luego aparecer de nuevo de una pieza en la cama del hospital (ya son dos veces las que despierta después de un shock y dos veces las que acaba postrada en la cama de un hospital, eso en un película tan corta es poco menos que delito) y la segunda es en la que "pelea" contra los mafiosos coreanos a los que vence simplemente moviendo sus dedos. ¿por qué no cambiar el orden de estas dos escenas para que la que va casi al final vaya al principio y la que va casi al principio vaya al final? ¿No sería más emocionante ver luchar a Lucy físicamente una vez el veneno que lleva dentro la ha hecho súper-inteligente? Esa parte de acción de la película me parece la más atractiva y creo que está desaprovechada. Y respecto a la escena del avión, ¿no tendría más lógica que se empezara a deshacer al final y que no se hiciera la pirueta de guión de poner una escena como esa y luego no explicarlo? Aunque claro, si se hace eso, el final no puede ser el que es, aunque a mí el final de la película me sigue sin convencer. ¿Todo el camino hecho desde Taipei hasta París para convertirse en un pen-drive? ¿Y por qué no seguir con la idea de que está en todos lados y crear un paralelismo religioso, extendiendo esa parte y eliminando por completo el pen-drive? De esa forma se puede unir con la escena en que Lucy se desintegra. Claro, porque sino Morgan Freeman no haría nada y, de esta forma, él representa al hombre (como ser humano) que tiene en su mano el conocimiento (el pen-drive en el que se ha convertido Lucy).
Si la película es tan experimental como presume, especialmente en el último acto, no entiendo qué necesidad tienen de seguir con el tema de los gángsters coreanos. Esto hubiera sido más inteligente; Lucy es secuestrada, Lucy se infecta con la droga que lleva dentro y se vuelve superinteligente, Lucy mata a todos los gángsters que la han secuestrado y fin, Lucy se va a París, hablemos de Dios. Si la película no es convencional, ¿por qué seguir con una línea argumental que ya no tiene sentido cuando Lucy se transforma en Dios?
Y si tan importante es seguir con esa trama, ¿por qué no hacer algo más interesante con ella que traerse a todos los gángsters a París para que mueran luchando contra la policía gala en un intento estúpido que matar a una mujer que prácticamente no pueden ni tocar? ¿por qué no hacer que Min-sik Choi obtenga poderes similares a los de Johansson y enfrentarlos a ambos? Si Lucy es Dios, el narco coreano vendría a ser el diablo y, al final, ambos se unirían y... no sigo contando más, que paguen.
Aunque interesante, al guión le hacía falta una vuelta de hoja más.
Si la película es tan experimental como presume, especialmente en el último acto, no entiendo qué necesidad tienen de seguir con el tema de los gángsters coreanos. Esto hubiera sido más inteligente; Lucy es secuestrada, Lucy se infecta con la droga que lleva dentro y se vuelve superinteligente, Lucy mata a todos los gángsters que la han secuestrado y fin, Lucy se va a París, hablemos de Dios. Si la película no es convencional, ¿por qué seguir con una línea argumental que ya no tiene sentido cuando Lucy se transforma en Dios?
Y si tan importante es seguir con esa trama, ¿por qué no hacer algo más interesante con ella que traerse a todos los gángsters a París para que mueran luchando contra la policía gala en un intento estúpido que matar a una mujer que prácticamente no pueden ni tocar? ¿por qué no hacer que Min-sik Choi obtenga poderes similares a los de Johansson y enfrentarlos a ambos? Si Lucy es Dios, el narco coreano vendría a ser el diablo y, al final, ambos se unirían y... no sigo contando más, que paguen.
Aunque interesante, al guión le hacía falta una vuelta de hoja más.