Un muy buen trabajo cinematográfico. Una película digerible con grandes rasgos sensibles que desde el principio te atrapan. Capote es un claro ejemplo de un trabajo que no requiere monstruosas producciones o actores de la gran elite para atrapar al público y dejar huella.

La actuación es el punto fuerte del film, el señor Hoffman se gradúa como un gran actor, todo el tiempo nos cautivó con su interpretación de ese personaje tan peculiar.

El tratamiento de la historia y el ritmo me parecieron bien ejecutados, sobretodo, porque jamás te despegas y pierdes interés por los impulsos, debilidades y necesidades del magnífico y genuino escritor Capote.