Ahí estaba en la sala de cine, esperando el momento de volver a ver al héroe. El desierto, los rusos, carretera inacabable. Se abre el maletero, un sombrero cae al suelo, es inconfundible, es su sombrero. Del maletero es sacado un hombre de mala manera. Toma desde arriba, el luciendo canas, pero quiero confirmarlo. Plano de espalda, in crescendo de la música, también inconfundible de John Williams. Y finalmente llega el momento esperado, se da la vuelta y vemos su rostro. Llega el éxtasis. Ha vuelto, es Indy.
Aquel almacén, que recuerdos. La belleza de Cate Blanchett acompañada por sus amigos los rusos. Esos gestos de Ford, la magia, ese toque tan personal.
Después de unos momentos de calma, llega el viejo estilo, los tiros, la persecución, el latigazo a discreción y de pasada el arca perdida. La escapada a toda prisa. Para poco después tener que meterse en un frigorífico, bomba atómica, todo por los aires e Indiana Jones observando el panorama.
No podía ser de otra manera, una película de Indiana Jones tiene que tener este comienzo.

¿Y después?. Pues llega un tal Shia LaBeouf, que parece que es el chico de moda según dicen, en plan James Dean. Metido en el personaje, ya lo creo. No hay escena que no aproveche para repasarse el tupe, bien repeinadete.
También aparece Marion (Karen Allen) y durante unos instantes, en este selvático paisaje, se produce la resurreccion del clásico original. Pero el LaBeouf este, se pone a jugar con las lianas haciendo el Tarzan y se carga en parte, el mágico momento. También anda por ahí un John Hurt un tanto perdido y otro tanto ido.
Y entre momentos con carreras de hormigas asesinas homenajeando a La momia, saltos de cataratas de tres en tres homenajeando a El fugitivo y un cierto toque Expediente x, va pasando la aventura, que empezó bien, pero conforme avanza se va diluyendo como un azucarillo.
Buen regreso, pero los nuevos tiempos, las influencias de otras películas, la trama con los alíen que se va un poco de las manos (homenaje al clásico de Ridley Scott y al propio Spielberg de Encuentros en la tercera fase) y el nuevo reparto que no lo hace mal pero van a lo fácil con actuaciones de librillo, dan como resultado algo que podía haber sido apoteósico.