Infectados (Carriers) (2009) fue el debut de los hermanos Pastor -David y Àlex-, dos cineastas españoles que debutaron primero en el cine americano. Su segunda película les aleja del país de la bandera de las barras y estrellas, y pisan suelo nacional con Los Últimos Días (2013). Ellos mismos son los guionistas de las dos películas, y no sorprende, ambas tratan el mismo tema, el apocalipsis. Esta última la protagonizan Quim Gutiérrez, Jose Coronado, Marta Etura y Leticia Dolera.

La acción se sitúa en Barcelona aunque se conoce que la amenaza es global. Un ataque de Agorafobia (miedo a los espacios abiertos) hace que le gente tenga pánico a salir a las calles, viviendo desde entonces en recintos cerrados, solo desplazándose a través de las alcantarillas o las vías del metro. Marc (Gutiérrez) se ha quedado encerrado en las oficinas donde trabaja, y con ayuda de Enrique (Coronado) -y el GPS que dispone- deciden ir bajo tierra a buscar a sus familiares queridos -Marc al personaje que encarna Marta Etura-.

A medio camino; ahí se queda la película de los hermanos Pastor, en tierra de nadie. Los Últimos Días ofrece razones suficientes para echarle un vistazo -y que las salas de cine no se queden tan vacías como los espacios exteriores del film-. Hay dinero invertido y se nota, los apartados técnicos y artísticos son de buena factura -cada escena con una Barcelona apocalíptica y desértica es hipnótica-, y tener un amplio presupuesto ha dado para conseguir un reparto solvente, y en especial una interesante pareja protagonista -Coronado está algo mejor que su compañero Gutiérrez-.

Como a su anterior trabajo, la citada Infectados, a Los Últimos Días le falta algo. Si has visto un par de producciones apocalípticas la amenaza agorafóbica es poca cosa, y apenas aporta novedades respecto a cualquier otra producción americana con enemigo invisible y/o vírico -la similar e inferior El Incidente (2008)-. Los directores parecen ser conscientes de que a su Agorafobia le falta gancho, y rellenan la película de escenas de acción para animar el cotarro; alguna efectiva (la primera persecución), otras bien realizadas pero chirriando en su conjunto (el ataque a un supermercado, la aparición de un oso).