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España España · Madrid
Voto de Naran:
10
Drama. Romance Un viejo payaso (Charles Chaplin), después de evitar el suicidio de una joven bailarina (Claire Bloom), no sólo la cuida, sino que, además, se ocupa de enseñarle todo lo que sabe sobre el mundo del teatro para hacerla triunfar. Último y melancólico film americano de Chaplin. (FILMAFFINITY)
14 de septiembre de 2008
20 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Londres, 1914. Calvero, una vez gran cómico del teatro, se dirige borracho a su vieja casa. Cuando llega, un desagradable olor le hace reaccionar de repente. No proviene de sus zapatos, como piensa en un principio, si no que se trata de un olor a gas, que parece venir de detrás de una puerta cerrada con llave. Calvero consigue entrar y encuentra a Terry inconsciente. Lleva a la joven a su apartamento del ático y la reanima, le pregunta entonces por qué quiere suicidarse. La muchacha explica que siempre había soñado con convertirse en una gran bailarina, pero que sus piernas están paralizadas. Calvero jura conseguir suficiente dinero para ayudar a la joven. Vuelve a los escenarios, donde su anticuado número es recibido con oleadas de silencio. Ahora es el turno de Terry de animar a Calvero a seguir viviendo y, entretanto, ésta recobra la movilidad de sus piernas. Contratada por el cuerpo de baile del Empire Theatre, Terry logra que el director contrate a Calvero. El empresario no reconoce al famoso cómico por el disfraz de payaso y lo despide.
El gran dictador es la sátira más genial de la historia del cine. Tiempos modernos es desternillante y certera. Luces de la ciudad es una poesía bellísima. El chico, un prodigio de ternura. Casi toda la obra de Chaplin es maestra. Y Candilejas... Es la que yo elijo, quizá porque es melancólica como yo. Candilejas habla de la vejez, de la vida, del amor... del artista. Un testamento de toda una vida.
Pobre Calvero. Ha sido famoso, pero está en decadencia. Mejor dicho, está en las últimas. No tiene ocupación en esta vida. Y sin embargo, enamorado de Terry, encuentra una razón para dejar de ser un fracasado. Sabe que no es para él, pero no le importa. La protege y alienta hasta que Terry alcanza el éxito, mientras que a él no le queda otra que unirse a unos músicos callejeros y tocar con ellos a la puerta de los bares. Una despedida subconsciente del cine americano. Y vaya canto de vida, basta con oír el primer discurso de Calvero.
Charles Chaplin, rey de la comedia y del gag, se despide de la razón de su vida con una amargura y un melodramatismo que pocas veces han llegado a ser tan bellos. Tristeza, melancolía o risas y alegría. Nostalgia a los artistas que alegran la vida y la llenan de color. Chaplin habla más que nunca y nos deleita con la maravillosa partitura del propio Chaplin, Raymond Rasch y Larry Russell.

Al final Calvero triunfa, con Buster Keaton. La vida fue puro teatro.

"Entre candilejas te adoré
entre candilejas yo te amé
la felicidad que diste a mi vivir
se fue;
no volverá, nunca jamás
lo sé muy bien."
(José Augusto)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Naran
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