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Voto de D_Karasu:
9
6,6
30.383
Ciencia ficción. Thriller
Un hombre descubre a través de sus prismáticos a una preciosa joven e intenta encontrarla en la profundidad del bosque. De repente, un individuo armado con unas tijeras y la cara vendada lo ataca por la espalda, a pesar de lo cual consigue huir y llega a un laboratorio científico situado en mitad del bosque. Allí, una máquina le ofrece la oportunidad de realizar un viaje extraordinario, un viaje en el que la posibilidad de encontrarse a ... [+]
16 de agosto de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Héctor (Karra Elejalde) y Clara (Candela Fernández) pertenecen a ese tipo de matrimonios que aún siguen amándose a pesar de los años, acaban de mudarse a una casa en la montaña. Alejados de sus estresantes ritmos de vida, aquel es un lugar apacible, rodeado de un enorme bosque y sin ningún vecino que le incordie. Ciertamente son felices. Para Héctor todo aquello es algo nuevo, de hecho se ha comprado unos prismáticos con la esperanza de divisar algún animal salvaje en la espesura. Esa afición le llevará a avistar una enigmática y bella chica (Bárbara Goenaga) que será la desencadenante de una serie de acontecimientos que le acercaran a un misterioso personaje vestido con un viejo abrigo y cuyo rostro es ocultado bajo un vendaje de color rosáceo. Su encuentro y sus posteriores consecuencias convertirán aquel placentero lugar en un extraño sueño en el que Héctor no desearía estar […] porque lo que no sabe Héctor es que ha tenido un encuentro con un viajero del tiempo.
Los viajes en el tiempo han sido un tema muy recurrente en el cine, la posibilidad de que alguien pueda viajar a otras épocas es demasiado tentadora, saltarse todas las leyes del flujo natural de las cosas, conseguir una pseudo-inmortalidad y adquirir la facultad de poder cambiar algún hecho acontecido es una idea que ha seducido al hombre desde que H.G. Wells nos abriera las puertas de la imaginación con su novela "The Time Machine"(1895). El cine ha tomado eco de este hecho y no han sido pocas veces en la que en la gran pantalla han podido verse viajes en el tiempo, ya sea como resultado de algún misterioso artefacto (El tiempo en sus manos, 12 monos, Timeline), o por algún estado alterado de la mente (The jacket, En algún lugar del tiempo), o por alguna anomalía exótica (Experimento Philadelphia, El final de la cuenta atrás) [...] Ya sea desde un punto de vista especulativo sobre la influencia del mismo en la sociedad (Primer) hasta el puro entretenimiento (Regreso al futuro). Lo cierto es que siempre nos han acercado distintas visiones o hipótesis -más ajustadas o no- de cómo sería un viaje (y las consecuencias) en un entorno tan extraño para nosotros como es el Espacio-tiempo.
Con este punto de partida nace esta película, en acercándonos la visión de un viaje en el tiempo pero de una forma que jamás lo habíamos contemplado antes.
El cántabro Nacho Vigalongo - director, guionista, actor, bailarín e incluso cantante- se aparta de dos de los grandes arquetipos que se repiten en los filmes de viajes temporales: el primero es que no nos muestra el punto de vista del viajero sino del testigo que contemplará su llegada y sus consecuencias. Y el segundo, es el fin del viaje en el tiempo, el viajero no pretende cambiar un hecho transcendente para la humanidad ni está en ningún momento interesado en inmiscuirse con los seres humanos.
El gran mérito de esta película descansa sobre dos grandes pilares: la interpretación de...
Los viajes en el tiempo han sido un tema muy recurrente en el cine, la posibilidad de que alguien pueda viajar a otras épocas es demasiado tentadora, saltarse todas las leyes del flujo natural de las cosas, conseguir una pseudo-inmortalidad y adquirir la facultad de poder cambiar algún hecho acontecido es una idea que ha seducido al hombre desde que H.G. Wells nos abriera las puertas de la imaginación con su novela "The Time Machine"(1895). El cine ha tomado eco de este hecho y no han sido pocas veces en la que en la gran pantalla han podido verse viajes en el tiempo, ya sea como resultado de algún misterioso artefacto (El tiempo en sus manos, 12 monos, Timeline), o por algún estado alterado de la mente (The jacket, En algún lugar del tiempo), o por alguna anomalía exótica (Experimento Philadelphia, El final de la cuenta atrás) [...] Ya sea desde un punto de vista especulativo sobre la influencia del mismo en la sociedad (Primer) hasta el puro entretenimiento (Regreso al futuro). Lo cierto es que siempre nos han acercado distintas visiones o hipótesis -más ajustadas o no- de cómo sería un viaje (y las consecuencias) en un entorno tan extraño para nosotros como es el Espacio-tiempo.
Con este punto de partida nace esta película, en acercándonos la visión de un viaje en el tiempo pero de una forma que jamás lo habíamos contemplado antes.
El cántabro Nacho Vigalongo - director, guionista, actor, bailarín e incluso cantante- se aparta de dos de los grandes arquetipos que se repiten en los filmes de viajes temporales: el primero es que no nos muestra el punto de vista del viajero sino del testigo que contemplará su llegada y sus consecuencias. Y el segundo, es el fin del viaje en el tiempo, el viajero no pretende cambiar un hecho transcendente para la humanidad ni está en ningún momento interesado en inmiscuirse con los seres humanos.
El gran mérito de esta película descansa sobre dos grandes pilares: la interpretación de...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
...los actores y, sobretodo, un interesante y meticuloso guión.
Un sólido elenco de actores encabezados por un genial Karra Elejalde que está soberbio en su papel de Héctor, un tipo de mediana edad y sencillo, que no anda preocupado por su físico ni por el estrés del trabajo... su felicidad no se encuentra más allá de los ojos de su mujer, a la cual venera y que por culpa de un extraño hombre, verá como todo parece tambalearse peligrando incluso su vida, y que por su culpa será testigo de una verdad que le pondrá a prueba sus propios límites. Su amada esposa la encarnará una Candela Fernández que consigue transmitir en tan pocos momentos toda la ternura que Clara encierra hacia Héctor, y permanecerá perpleja sin entender nada sobre lo que ocurrirá. Bárbara Goenaga será “la chica del bosque” quien no solo perturbará con su cuerpo a Héctor sino al propio espectador; incluso el mismo Nacho Vigalondo hará sus pinitos como actor haciendo de un incrédulo científico que se convertirá en pieza clave para Héctor. Todos ellos, junto con el viajero del tiempo, hacen un gran trabajo pero sin duda alguna que esto no sería posible si el guión creado por Vigalondo y su forma en cómo desarrolla la historia. En donde la carencia de efectos especiales está recompensado con creces con bastante ingenio, su director va mostrado poco a poco al espectador (y a su vez al protagonista) cada uno de los pequeños e invisibles engranajes que conformaran el monstruoso engendro que para Héctor se convertirá el Tiempo en sí. Donde la realidad que Héctor ve es sólo una imagen mostrada entre dos espejos enfrenados, apareciendo en la película un concepto nuevo… un tipo de claustrofobia en la que será extrapolada a la cuarta dimensión. Y todo esto sucede en un paraje casi idílico, localizado entre verdes valles de Cantabria y Euskadi, que se convierte en una especie de inmenso laboratorio "esterilizado" de presencia humana, incrementando no sólo su aislamiento sino su carácter onírico a la historia.
Respecto a la banda sonora, el espectador apenas notara su presencia, ya que estaremos acompañados continuamente por los ruidos del bosque, salvo momentos donde el compositor Chucky Namanera creará unos temas que recubrirán de tensión la atmósfera.
Estamos, no me cabe duda, ante una de las mejores películas del cine español y posiblemente de las que más he disfrutado en estos últimos años. El trabajo de Vigalongo es encomiable, tanto detrás como delante las cámaras. Apostar por un género tan desvalorizado en el cine español como es la ciencia ficción, con poco presupuesto y que encima que el resultado sea tan excelente merece, por mi parte, un sincero aplauso.
Inmerecido pues, que este film este carente de algún tipo de premio que atestigüe su gran aporte dentro del mundo cinematográfico e incomprensible que en Hollywood estén planteando hacer un remake de esta película que de por sí está perfectamente ejecutada.
Película de culto con denominación de origen.
Un sólido elenco de actores encabezados por un genial Karra Elejalde que está soberbio en su papel de Héctor, un tipo de mediana edad y sencillo, que no anda preocupado por su físico ni por el estrés del trabajo... su felicidad no se encuentra más allá de los ojos de su mujer, a la cual venera y que por culpa de un extraño hombre, verá como todo parece tambalearse peligrando incluso su vida, y que por su culpa será testigo de una verdad que le pondrá a prueba sus propios límites. Su amada esposa la encarnará una Candela Fernández que consigue transmitir en tan pocos momentos toda la ternura que Clara encierra hacia Héctor, y permanecerá perpleja sin entender nada sobre lo que ocurrirá. Bárbara Goenaga será “la chica del bosque” quien no solo perturbará con su cuerpo a Héctor sino al propio espectador; incluso el mismo Nacho Vigalondo hará sus pinitos como actor haciendo de un incrédulo científico que se convertirá en pieza clave para Héctor. Todos ellos, junto con el viajero del tiempo, hacen un gran trabajo pero sin duda alguna que esto no sería posible si el guión creado por Vigalondo y su forma en cómo desarrolla la historia. En donde la carencia de efectos especiales está recompensado con creces con bastante ingenio, su director va mostrado poco a poco al espectador (y a su vez al protagonista) cada uno de los pequeños e invisibles engranajes que conformaran el monstruoso engendro que para Héctor se convertirá el Tiempo en sí. Donde la realidad que Héctor ve es sólo una imagen mostrada entre dos espejos enfrenados, apareciendo en la película un concepto nuevo… un tipo de claustrofobia en la que será extrapolada a la cuarta dimensión. Y todo esto sucede en un paraje casi idílico, localizado entre verdes valles de Cantabria y Euskadi, que se convierte en una especie de inmenso laboratorio "esterilizado" de presencia humana, incrementando no sólo su aislamiento sino su carácter onírico a la historia.
Respecto a la banda sonora, el espectador apenas notara su presencia, ya que estaremos acompañados continuamente por los ruidos del bosque, salvo momentos donde el compositor Chucky Namanera creará unos temas que recubrirán de tensión la atmósfera.
Estamos, no me cabe duda, ante una de las mejores películas del cine español y posiblemente de las que más he disfrutado en estos últimos años. El trabajo de Vigalongo es encomiable, tanto detrás como delante las cámaras. Apostar por un género tan desvalorizado en el cine español como es la ciencia ficción, con poco presupuesto y que encima que el resultado sea tan excelente merece, por mi parte, un sincero aplauso.
Inmerecido pues, que este film este carente de algún tipo de premio que atestigüe su gran aporte dentro del mundo cinematográfico e incomprensible que en Hollywood estén planteando hacer un remake de esta película que de por sí está perfectamente ejecutada.
Película de culto con denominación de origen.