Pertenezco a esa generación de niños y niñas que corrieron al cine al estreno de ésta entrañable pelicula. Yo tenía por aquel entonces doce años y la primera vez que vi a Atreyu en la pantalla me latía el corazón de una manera alucinante, bueno, a mí y a mi mejor amiga porque estábamos las dos coladitas por este niño. Comparto con mucha gente de aquí que no hacen falta ni grandes efectos especiales ni digitales ni tampoco tres horas o más como la saga del Señor de los Anillos o alguna que otra que a mi me aburrieron hasta la saciedad para contar una historia bonita de aventuras y fantasía en sólo una hora y media. Ya sé que no se semeja para nada al libro, también lo leí, pero en una hora y media era imposible contar todas y cada una de las aventuras de Bastian, esa es mi opinión. Película que me ha hecho reír ( los gnomos, el murciélago dormilón, los estornudos de Morla...) y sobre todo llorar ( el caballo de Atreyu, la separación en medio de la Nada de Fujur y Atreyu...) un sinfín de emociones que sigo conservando en la niña que llevo dentro. Me acuerdo cuando se estrenó estaba la sala tan llena que incluso había gente sentada en las escaleras y no en butacas, no estoy exagerando,es del todo cierto, es muy triste ver ahora los cines medio vacíos, incluso en los estrenos más esperados, nada es como antes. A mi ésta película me gustó tanto tanto que mi amiga y yo volvimos al día siguiente a verla otra vez, bueno, a la película y a Atreyu.
Ah! Y el cassette de Limahl lo siguiente que le pedí a mi padre que me comprara.