Cuatro años después le iba a llegar la secuela a la gran Jurassic Park (Parque Jurásico), en la que Steven Spielberg volvería de nuevo a hacerse con el proyecto. Esta segunda parte gana en algunos aspectos pero en otros se queda en el intento de demostrar de ser algo mayor en cuanto a lo anterior.

Spielberg querría proyectar algo nuevo, en cuanto a explorar nuevas criaturas e indagar nuevos escenarios lo consigue pero después se estrella porque no sale del mismo mundo que tanto éxito le dió su primera parte y poco nos sorprende hasta el final de camino donde con suspicacia se arriesga y convence, pero sin llegar a ese punto extraordinario que tantas veces ha demostrado este director tan aclamado. Sus efectos especiales son auténticos como siempre, y contiene escenas suficientes como para quedarte anonadado. Destacar los últimos minutos de la cinta donde Spielberg pone toda la carne en el asador.

Nuevas caras conocidas protagonizan esta película como Julianne Moore, Vince Vaughn, Pete Postlethwaite o Peter Stormare. Cumplen el propósito que se les pide sin sobresalir. Luego están Jeff Goldblum repitiendo la aventura de nuevo con más protagonismo que en la anterior dado que el peso de la película lo llevaban Sam Neill y los pequeños. También vuelve a aparecer el que fuera el manda más de este mundo tan innovador, Richard Attenborough.

Aceptable segunda parte donde solo se salvan los efectos y alguna que otra secuencia frenética, pero pierde fuelle en cuanto a sus actores principales e historia. Trabajos más notables ha realizado Steven Spielberg la verdad.