El jefe

Inverosímil y absurda serie de eventos, que reducen una historia a una simple anécdota contada por una tía soltera apasionada por el chisme.

Yo creía que el cine colombiano estaba logrando salir de ese hueco lleno de humor flojo causado por unos cuantos insultos, completamente aprendidos de memoria y pronunciados como los dice loquendo en esos videos que circulan por ahi en youtube. Unos cuantos senos y sexo en cuadro, apuntes flojos y situaciones fuera de contexto al mejor estilo de "porky's".

Los personajes recurren a la tipología clásica que el director pareció indicarles a los actores cinco minutos antes de comenzar a rodar: "tú vas a ser la esposa cansona, tú vas a ser la seductora, y tú vas a ser el marido crecido egoista y morboso... entendido? vamos con el primer plano... ehmmm... que era lo que decía el guion? ah si! el tipo se pasea en calzoncillos por toda la pantalla!".

Especial mención al diseño sonoro y la musicalización, que sobresalen por lo fastidiosos. Ricardo escallón deshuesó absolutamente todas las librerías de sonidos y las embutió todas en la película, causando, en vez de ambientar las situaciones, causar distanciamiento en mi percepción de la película. El motivo sonoro me tenía al borde del suicidio. Tal vez se dieron cuenta que en montaje la película carecia de cualquier tipo de ritmo y decidieron ayudar con una música que nunca se detiene.

Pero no me duele tanto todo lo mencionado, ni siquiera me duele tanto que Ximena Sotomayor como productora haya dejado pasar tantas cosas que critica en las realizaciones de los demás (siendo además una de las promotoras del cine independiente con babilla ciné); me duele realmente que el público colombiano se haya divertido con la comedia floja, burda y completamente estúpida que se estaba proyectando. Los espectadores estaban completamente ahogados de tanto reirse... pobrecitos, si llegan a ver "El Paseo" les aumentaría tanto el nivel cardiaco que se morirían con la primera escena de la película. Esta película amenaza con ser el inicio del retroceso del cine colombiano. Espero que sea un caso aislado.

El jefe, es la primera película colombiana en estrenarse en 2011. Basada en el libro Recursos Humanos del escritor Antonio García Ángel, conocido como El Erizo, la película es una comedia del cineasta colombiano Jaime Escallón Buraglia, quien estrena su Ópera Prima. Este director y guionista para cine y televisión, ha presentado sus trabajos en Discovery Channel y NatGeo (Operación jaque, Tirofijo).

Protagonizada por Carlos Hurtado, Marcela Benjumea, Katherine Porto y con la actuación de la actriz argentina Mirta Busnelli, podemos decir que la cinta es una comedia que retrata el egoísmo y la conveniencia. Y si bien el relato carece de escenas de transición, creando así acciones estrepitosas, el cineasta nunca hace un falso movimiento, diseñando un tapiz sobre la debilidad humana.

Aunque nada en la película —y mucho menos en los personajes principales— son especialmente novedosas u originales, amén de un par de gags, pienso que, quien no cree en los géneros, aunque sepa utilizar sus códigos para levantar historias, no pasa nada. Y es que la comedia es un género que difícilmente funciona si quien la utiliza no cree en ella. No estoy señalando a Escallón culpable de nada. Es que para todo género, siempre hay un guionista.

El título de mi crítica lo dice todo: El cine colombiano ha evolucionado en los últimos años. Desafortunadamente esa tendencia se opaca con las películas de “humor” a las que nos someten cada año los directores, ejemplos: infraganti, el paseo, muertos del susto, el carro, etc.
El jefe no es una excepción, apela a la fórmula repetitiva, monótona y absurda: personajes exagerados (ni un solo papel es creíble), historias absurdas (inverosímiles, llenas de clichés y estereotipos), que solo producen bostezo.

Lo peor: todo.
Lo mejor: los créditos finales.