El beso que nunca nos dimos (TV)

Dentro del mundillo fílmico de los telefilmes también podemos hallar diferentes categorías de calidad: malas, muy malas, pésimas y dolorosas para la vista. En este cuadro, la producción que nos toca ahora se podría encuadrar en la primera categoría (yupi!), algo de mucho mérito viendo la calidad a la que nos acostumbra dicho cine (de Canadá en la mayoría de los casos). Y me pregunto: ¿Es necesario gastar dinero en esto? Allá ellos, que son los que gustan de gastar en semejante cosa. De todas formas, esta no es tan mala y se deja ver teniendo en cuenta que no hay que ser muy exigente. Hasta algún que otro actor lo hace medio bien, como es el caso de Barrry Watson (Secuestrando a la Srta. Tingle) que llega a ser hasta creíble y gracioso en su rol. Por lo general, el resto está presente y ya está. Si me llaman a mi, también habría sido igual o un poco mejor. Lo mismo digo del guión, que es simple y pasteloso (también yo les habría hecho algo mejor, por pedir, que no quede); aunque, eso sí, es bastante optimista y tiene un malo detestable típico de estas cosechas telefílmicas.
Ver para creer, y si no, mejor creer y no ver, porque es algo muy pasable aunque puede ayudar a echarse una siestecita.