Los guerreros del fuego

Me gustó 'Ong Bak' y me encantó 'Thai Dragon', y de hecho las considero unas grandísimas películas de acción que, al menos, pueden presumir de tener unas coreografías estudiadas, cuidadas y bien ejecutadas. En el caso de 'Dynamite Warrior', todo lo que se consiguió con las dos películas anteriores se va a la mierda en un abrir y cerrar de ojos. La cinta de Chalerm Wongpim tiene un arranque brutal, unos primeros siete u ocho minutos en la línea de Shaolin Soccer donde me hacían tener esperanzas en encontrar una película ya no buena, sino al menos entretenida. El problema es que, pasados esos minutos, lo demás es aburrido, soso, carente de gracia e incluso en algunos pasajes, cargante. Y mucho.

La historia es típica, una de venganzas donde un tío quiere matar al asesino de sus padres, otro le contrata para hacerse rico con un invento, etc. Es una 'comedia' de enredos con algunas escenas de acción intercaladas que, eso sí, mantienen unas coreografías dignas. O más bien, mantienen unos combates que vendrían a ser la simplificación al extremo de Thai Dragon, carentes de espectacularidad por otra parte. Y de inventiva o sorpresa teniendo en cuenta que el protagonista de la película, "el ladrón de las nubes de fuego", es un clon de Tony Jaa (de hecho, hacía de doble en Ong Bak) que le imita los gestos, las patadas y hasta la forma de ir a cagar al baño.

Su diseño mola, eso sí, en plan bandolero de western con un pañuelo largo que se ondea al viento. Pero allá de eso, es una puta mierda: personaje plano, con voz de nena... los demás también son patéticos, a cada cual más: hay un malo maloso deforme que puede meterse en cuerpos de otros humanos, hay una pareja de hermanos que tienen un tatuaje en el torso que les permite transformarse en animales (un mono y un tigre, respectivamente) y que se tiran media película saltando y gritando con los chillidos de los animales acompañándoles, la típica tía buena que se enamora del protagonista... tópica, tópica, y cuando huye de los convencionalismos, es ridícula.

Mi recomendación es que si os llama la atención la película veáis únicamente sus primeros 10 minutos. Lo demás es una mierda que va de más a menos, por que los efectos especiales no están del todo mal, pero acaban cansando los chistes de pedo se eructos y, especialmente, el tiempo bala de los cojones, que sale en cada patada o cada puñetazo que propina el tal Dan Chupong. Evitable. Si queréis ver buenas escenas de acción, poned Thai Dragon, que tiene además uno de los mejores planos secuencia que ha dado el cine en los últimos años.