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Voto de Sines Crúpulos:
1
7,4
120.266
Ciencia ficción. Fantástico. Intriga
Año 2035. Tras la epidemia provocada por un virus asesino que ha matado a millones de personas, los supervivientes se refugian en comunidades subterráneas, húmedas y frías. El prisionero James Cole se ofrece como voluntario para viajar al pasado y conseguir una muestra del virus, gracias a la cual los científicos podrán elaborar un antídoto. Durante el viaje conoce a una bella psiquiatra y a Jeffrey Goines, un excepcional enfermo ... [+]
16 de agosto de 2009
64 de 181 usuarios han encontrado esta crítica útil
De nuevo Terry Gilliam tira de actores ultramegafamosos para dar algo de potencia a uno de esos cuentos que como tienen algo de ciencia ficción, fantasía y denuncia, parecen ricos en contenido; pero no son más que historias vacías sobre personajes vacíos.
Eso sí, el trío de estrellas está maravilloso: Madeleine Stowe hace muy bien de Aitana Sánchez Gijón y Bruce Willis aguanta las babas con muchas tablas frente a la cámara. Pero claro, el premio es para el caballero Brad Pitt, que borda su papel de loco: mueve los ojos y hace glu glu glú de puta madre. Y tira al suelo todos los objetos que se encuentra por el camino, porque eso es estar super loco. Jo... qué gran papel, cómo se sale. Espero que le diesen el Oscar porque el tío se lo merece. Es más, deberían quitar ese premio de la gala. Después de esta magistral interpretación ser actor ya no tiene sentido. Es insuperable. ¿Quién puede mejorar semejante actuación? NADIE.
Hay 2 fórmulas infalibles para devolverte al mundo real si una trama te tiene absorto:
1. Los anuncios, si estás viendo la película por la tele.
2. La cámara lenta.
Gilliam utiliza la segunda fórmula en 2 momentos cruciales: el comienzo y el final. Gilliam, tú eres tonto.
De entre las infinitas cualidades que no posee Terry Gilliam destacan 2:
1. La sencillez, en la mejor de sus acepciones.
2. La complejidad, en la mejor de sus acepciones.
Todo esto nos lleva a una conclusión evidente sobre el cine de este señor: es cutre y vulgar. No vale una mierda. No rompe moldes. No es original, es estúpido.
Sí, damas y caballeros, este cine es un engañabobos. Claro que triunfa, bobos no faltan.
Eso sí, el trío de estrellas está maravilloso: Madeleine Stowe hace muy bien de Aitana Sánchez Gijón y Bruce Willis aguanta las babas con muchas tablas frente a la cámara. Pero claro, el premio es para el caballero Brad Pitt, que borda su papel de loco: mueve los ojos y hace glu glu glú de puta madre. Y tira al suelo todos los objetos que se encuentra por el camino, porque eso es estar super loco. Jo... qué gran papel, cómo se sale. Espero que le diesen el Oscar porque el tío se lo merece. Es más, deberían quitar ese premio de la gala. Después de esta magistral interpretación ser actor ya no tiene sentido. Es insuperable. ¿Quién puede mejorar semejante actuación? NADIE.
Hay 2 fórmulas infalibles para devolverte al mundo real si una trama te tiene absorto:
1. Los anuncios, si estás viendo la película por la tele.
2. La cámara lenta.
Gilliam utiliza la segunda fórmula en 2 momentos cruciales: el comienzo y el final. Gilliam, tú eres tonto.
De entre las infinitas cualidades que no posee Terry Gilliam destacan 2:
1. La sencillez, en la mejor de sus acepciones.
2. La complejidad, en la mejor de sus acepciones.
Todo esto nos lleva a una conclusión evidente sobre el cine de este señor: es cutre y vulgar. No vale una mierda. No rompe moldes. No es original, es estúpido.
Sí, damas y caballeros, este cine es un engañabobos. Claro que triunfa, bobos no faltan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De los escasos 130 minutos de metraje, que se pasan volando, 95 son de una escena en un aeropuerto, una cutre escena, donde claramente desembocará el film, y te la pasan una y otra vez con su tono blanquecino para que te quede bien claro que el niñito de ojos azules es él, y que es un momento clave para la humanidad. Y qué poca chicha que tiene la escenita, qué simplona, qué vacua, qué absurda.
Qué cutre es minuto a minuto la película entera, dios mío, qué basura, qué cine más raquítico. Qué pretencoisidad, qué manera de trabajar en vano. El que no tiene luces, no tiene luces. Es verdad, la iluminación, jajaja, vaya mierda, y el tío estará orgulloso de su "oscuridad", qué lamentable.
Me gustaría tener conocimientos suficientes para poder destripar su parte técnica. No los tengo, pero los intuyo. Algo de dentro me lo dice. Por ejemplo, y ustedes lo habrán notado, durante unos minutos se intercalan las escenas de 12 monos con las de Vértigo. La película de Hitchcock nunca ha estado entre mis favoritas, pero ha sido ver el guante de Kim Novac subrayando los círculos del tronco, y joder, cómo se mueve la cámara, qué encuadre, qué música, qué color, qué presencia la de los actores. Es otra cosa muy distinta.
Y sí, la música. Yo creía que la música estaba al servicio de la película, de toda la vida. Ahora toda esta pandilla de directores modernos utiliza sus películas para pinchar los discos que le molan, como si fuésemos sus invitados, no te jode. Qué falta de respeto. Aunque a veces uno se empalma. A mí Cuarón con los Crimson me la puso mirando a la Osa Mayor, pero vamos, en general es un recurso (otro más) facilón y muy útil para el que no sabe decir nada interesante con la cámara. .
Qué cutre es minuto a minuto la película entera, dios mío, qué basura, qué cine más raquítico. Qué pretencoisidad, qué manera de trabajar en vano. El que no tiene luces, no tiene luces. Es verdad, la iluminación, jajaja, vaya mierda, y el tío estará orgulloso de su "oscuridad", qué lamentable.
Me gustaría tener conocimientos suficientes para poder destripar su parte técnica. No los tengo, pero los intuyo. Algo de dentro me lo dice. Por ejemplo, y ustedes lo habrán notado, durante unos minutos se intercalan las escenas de 12 monos con las de Vértigo. La película de Hitchcock nunca ha estado entre mis favoritas, pero ha sido ver el guante de Kim Novac subrayando los círculos del tronco, y joder, cómo se mueve la cámara, qué encuadre, qué música, qué color, qué presencia la de los actores. Es otra cosa muy distinta.
Y sí, la música. Yo creía que la música estaba al servicio de la película, de toda la vida. Ahora toda esta pandilla de directores modernos utiliza sus películas para pinchar los discos que le molan, como si fuésemos sus invitados, no te jode. Qué falta de respeto. Aunque a veces uno se empalma. A mí Cuarón con los Crimson me la puso mirando a la Osa Mayor, pero vamos, en general es un recurso (otro más) facilón y muy útil para el que no sabe decir nada interesante con la cámara. .