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España España · Barcelona
Voto de rosbar:
9
Drama Cansado de vagar, Hal Carter (William Holden) llega como polizonte de tren a un pequeño pueblo, donde pronto hace amigos y encuentra a su viejo compañero de escuela Adam Benson (Cliff Robertson) quien ahora es un próspero empleado en la trilladora de su padre y además pretende a la chica más linda del pueblo, Maggie Owens (Kim Novak). En un picnic, muchas emociones encontradas van a salir a flote. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2012
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene dos partes claramente diferenciadas. En la primera funciona como divertida comedia, con diálogos y comentarios a veces ácidos, a ratos transgresores, siempre ingeniosos. No hay que olvidar que el guión procede de una adaptación de una obra teatral, que obtuvo el Premio Pulitzer, que viene a ser como una especie de Premio Nobel americano (hacia una obra en este caso).

La segunda parte, después de la famosa escena del baile en la anochecida del picnic, deriva en un melodrama clásico, con un final abierto a la esperanza. Esta parte desata las pasiones contenidas por los distintos personajes, hacia un clímax postrero.

El pulso narrativo se deja notar, la inminente pericia de Joshua Logan, que culminaría con obras como "Camelot" o "La leyenda de la ciudad sin nombre", aparece con un esplendor inusual, envuelto en un technicolor mágico y subsumido en un cinemascope de ensueño.

Los personajes de "Picnic" corresponden casi todos a modelos emblemáticos que definen muy bien las distintas posturas ante la vida: el hombre maduro y tarambana que desea sentar la cabeza, el solterón que se niega a abandonar su cómodo estado, la solterona independiente y reprimida que ya no soporta su soledad, la chica guapa que está deseosa de que la consideren por algo más que por su belleza, la hermana inteligente pero acomplejada y con un poso de envidia, la madre que busca egoístamente la mejor unión para su hija olvidándose un poco de su futura felicidad, las vecinas cotillas, el amigo rico y engreído... pero por sobre todo, ese gran personaje de la América profunda y conservadora, cerrada y puritana, que pocos años después tuvo que enfrentar el formidable reto de afrontar radicales cambios sociales, culturales y morales.

¿Quién sale ganando en este combate encarnizado pero incruento? Sin duda el espectador, que se dejará llevar y mecer por la historia festiva al principio, romántica en su mitad, desenfrenada y apasionada en su final... y que tan bien supo plasmar en imágenes Joshua Logan.
rosbar
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