Si de algo sirve esta película es para aprender la lección de que nunca hay que ver una película con prejuicios, no sólo los negativos, sino también los positivos ya que, quizás cautivo de tanto elogio pensé que encontraría una gran película, pero por desgracia no ha sido así.

Me he esforzado mucho en que me gustase, en intentar apreciar las sutilezas de la historia, en encontrar graciosos sus diálogos e incluso de querer a sus personajes, pero por mucho que lo he intentado no lo he conseguido.

Sí, está muy bién no tratar al espectador como un idiota. Sí, está muy bien que no traten a los adolescentes como simios hormonando sólo pensando en sexo. Sí, está muy bién afrontar el tema del embarazo juvenil sin caer en dramatismos baratos y sí, está muy bién no caer en el estereotipo fácil.

Pero, entonces por qué ese empeño en ir al otro extremo de la cuerda? Acaso hay algo creible en este film? La respuesta es no. Porque quizás Ellen Page esté magnífica, pero su persoanje es inaguantable, pedante y cargante. La típica marisabidilla con respuestas para todo, que va de cultureta y de madura por la vida con su música indie, sus gustos europeos para el cine de terror y su pretendida ironía vital. También es posible que existan padres tan comprensivos y que reaccionen tan bién ante una situación así, pero aseguro que no en esta parte de la galaxia.

Así que, finalizada la películka no he conseguido conectar con la historia ni tan siquiera sentir una mínima simpatía por los personajes. Lo único que me viene a la cabeza es una pregunta. Si Juno es tan rematadamente lista, madura y responsable como puede ser que se quede embarazada a los 16 años?

Lo mejor: La naturalidad de su desarrollo.
Lo peor: Lo cargante que llega a ser la protagonista.