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España España · Castellón de la Plana
Voto de mnemea:
7
6,6
594
Animación. Intriga. Terror Ya lo decía el productor Val Lewton (artífice de algunos de los hitos de Jacques Tourneur): lo que más teme el hombre es la oscuridad. La crème de la crème del cómic y la ilustración se ponen al servicio del cine para crear una película colectiva centrada en el miedo a aquello que no se ve. La variedad de nombres se traslada al plano estético que va desde la geometría pura a trazos más figurativos y las historias transcurren por ... [+]
5 de noviembre de 2009
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuve una pesadilla. Caminaba de frente, en línea recta, y el lugar en el que me adentraba se iba derribando a mi paso. No era destrucción como tal, una nube de oscuridad, fría, impersonal, asolaba todos y cada uno de los elementos que componían aquel paisaje. Pero incomprensiblemente avanzaba sin un destino claro. De repente, un manto negro calló sobre mí. Una tela espesa, pesada, asfixiante, que había convertido mi camino en un túnel sin un ápice de luminosidad. Avanzaba, me faltaba la respiración, me aplastaba aquella tela, pero seguía hacia delante, sola, obsesionada con andar por ese desafortunado sueño. Todas las noches tiene un fin, y llegó el momento en el que paré en seco, porque sentí miedo, el manto no me llevaba a ningún lugar y nada podía ver, era un camino solitario que no tenía un destino final. Perdida. Para nunca más salir...

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al despertar. La habitación se había transformado en una prolongación de ese mal sueño, todo oscuro, ni un pequeño resplandor me acompañaba. Pero hay miedos que no se traspasan a la más pura realidad, y durante horas pude mirar a la nada pensando en tantas cosas que nunca tienen solución y que sólo vuelven a nuestra mente tras experiencias desoladoras como esta.

Como las cuatro experiencias perpetradas por los distintos autores. Cuatro modos de separar el miedo de la oscuridad. Miedos personales, intransferibles, que se escudan en la ilusión óptica que seduce del dibujo trazado sobre el papel, para demostrar que la oscuridad, por sí sola, nunca nos dañaría, pero la mente ajena, arropada por la clandestinidad del negro, se torna peligrosa y maquiavélica.

Una irregular difusión de historias para no dormir, con una acertada mezcla de contenidos, los miedos tienen todo tipo de dimensiones y características, y cuatro conversaciones enfrentadas sobre temores dispares nos intrigan a lo largo de esta fría noche con fortunas e infortunios, en clara dependencia de las preferencias de quien observa.

Cuando la luz no nos acompaña, la vulnerabilidad se hace presente y el miedo ataca de nuevo junto con nuestros fantasmas más prohibitivos y privados.

Seguía todo negro cuando desperté.
mnemea
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