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España España · Madrid
Voto de Pedro:
7
Thriller. Drama El día en que Juan (Alberto Ammann) empieza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, se ve atrapado en un motín carcelario. Decide entonces hacerse pasar por un preso más para salvar su vida y para poner fin a la revuelta, encabezada por el temible Malamadre (Luis Tosar). Lo que ignora es que el destino le ha preparado una encerrona. (FILMAFFINITY)
8 de noviembre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si a uno le ponen en sesión continua "El corazón del guerrero", "El robo más grande jamás contado", "La caja Kovac" y "Celda 211" para después preguntarle cuál de estas cuatro películas no es de Daniel Monzón, la respuesta parece clara: la última. La sorpresa aparece cuando resulta que en los títulos de crédito es director y coguionista.

Semejante diferencia entre las tres anteriores y esta resolutiva cuarta película debe tener una explicación más allá de lo paranormal. Parece claro que como autor Monzón no funcionaba, pues sus dos primeros guiones originales en solitario hacían aguas. Con la ayuda de Jorge Guerricaechevarría en la tercera gana algo de pulso narrativo aunque sucumbe estrepitosamente en los tópicos. Sólo se me ocurre que los errores de "La caja Kovac" fueran obra exclusiva suya y los aciertos de "Celda 211" sean obra de Jorge. O simplemente es que el mérito ahora está en el material de la novela original de Pérez Gandul. No sé... ¿Deberé quizás creer en los milagros?

Misterios sin resolver aparte, lo cierto es que la tensión dramática de la película es probablemente su principal aliciente junto a la escritura de un personaje -Malamadre- y la interpretación del mismo por parte de Luis Tosar, quien literalmente es la celda, la galería, el módulo, la prisión y todo lo que la rodea. El plantel de secundarios resulta igualmente tan convincente que parece que no han metido al actor Alberto Ammann en un plató de rodaje dentro de un antiguo edificio penitenciario con otros actores, sino en la mismísima y auténtica cárcel.

Pero no es oro todo lo que reluce... Por ejemplo, en la estructura diría que sobran las secuencias de flashback en las que vemos la relación de Juan Oliver con su esposa Elena. Alteran el concepto de ritmo tan bien hilado de una forma brusca difícil de encajar. Mejor habría sido introducir el personaje de la mujer de forma lineal llevando al comienzo a su marido en coche a la prisión o algo similar, para verla posteriormente en las escenas clave que protagoniza.

Hay además algo en toda película que me parece necesario. Aunque sea ficción debiera tener su lógica dentro del contexto que describe. Francamente no parece coherente la importancia que se da a unos miembros de ETA como para que el desarrollo de la trama gire a su alrededor... No está explicada esa importancia, y en el mundo real en el que se pretende encajar la acción sería absurdo.

En cualquier caso, supongo que Monzón gana un voto de confianza hasta la próxima y no morirá por su mala cabeza en la celda 211.
Pedro
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