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España España · Zaragoza
Voto de Paco Ortega:
9
Drama Después de una cena en la mansión de los Nóbile, los invitados descubren que, por razones inexplicables, no pueden salir del lugar. Al prolongarse la situación durante varios días, la cortesía en el trato deja paso al más primitivo y brutal instinto de supervivencia. Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo trabajo de Luis Buñuel con el productor mexicano Gustavo Alatriste. Ambos venían de colaborar en “Viridiana” (1961), que había recibido el Gran Premio del festival de Cannes y una gran notoriedad social.

“El ángel exterminador” es ya la obra de un maestro, capaz de dominar, controlar y administrar recursos económicos, técnicos y humanos, y talento para contar historias propias con un lenguaje cinematográfico igualmente propio y reconocible. "Durante el rodaje de «Viridiana» me encontré con el escritor José Bergamín, quien me dijo que se proponía escribir una obra de teatro con el título de «El ángel exterminador». Yo le dije que era un título magnífico y que si iba por la calle y lo veía anunciado, entraría a ver el espectáculo. Como Bergamín jamás escribió la obra, le escribí pidiéndole los derechos del título. Me respondió que no necesitaba pedírselos, puesto que esas palabras aparecían en el Apocalipsis."

Buñuel construye un drama salpicado de momentos surrealistas, de sus propias obsesiones personales, y, de su personal sentido del humor. Es en realidad el drama de unos personajes que viven coralmente su desgracia, algo que será una constante en su obra cinematográfica y de lo que ya había dado alguna muestra de gran interés. Aunque la individualidad de los personajes destaca en algún momento, es su adscripción a un grupo, a una clase social, la que les hace reaccionar, habitualmente de manera insolidaria, ante los mismos estímulos y los mismos problemas.

Hay denuncia social, hay momentos de extraordinaria dramatismo, y también de erotismo desbordado. Pero hay momentos de humor finísimo. En realidad la peripecia que viven los protagonistas podría verse desde las dos caras –desde la tragedia y desde la comedia-, y la presencia de los corderos y el oso, en clave del director, es una de las paradojas surrealistas más divertidas. Buñuel considera el humor como algo que tiene que ser muy divertido para quien lo practica, no tanto para quien lo consume, o, como en teste caso, para quien lo padece.

El director de Calanda se reía mucho cuando alguien le preguntaba sobre el significado de sus películas más personales. Le encantaba que le hicieran esa pregunta para no contestarla jamás, o contestarla con vaguedades de esta guisa: "Yo primero pensé que el título tenía una relación subterránea con el argumento, aunque no sabía cuál. A posteriori lo he interpretado así: los hombres cada vez se entienden menos entre sí. Pero ¿por qué no se entienden? ¿Por qué no salen de esta situación? En la película es lo mismo: ¿Por qué no llegan juntos a una solución para salir de su encierro?"

¿Porqué entran los mismos personajes dos veces por la misma puerta? ¿Porqué repiten las mismas palabras? Eso decimos nosotros después de ver la película: ¿porqué?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Paco Ortega
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