A desgana, de forma involuntaria y sin emoción me senté en la butaca rezando por no encontrarme un pedazo de bazofia que me hiciera pasar un mal rato. En el fondo no se pasó tan mal, pero la bazofia la hay, y mucha.

En cantidades industriales, Torrente.

Se puede decir que es la primera película que veo entera de este ídolo de masas. Su fama está bien merecida, pues sigue siendo el típico machista, racista y fascista de siempre (y del Atleti). Aunque sus peripecias como policía se han acabado.

Ahora quiere ganarse la vida como mejor pueda, ya sea buscando comida en contenedores o robando propinas. Pobre José Luis, qué bajo ha caído.

Vayamos a la película en sí. Su argumento es muy simple, de tan simple que a poco más no hay argumento y todo se limita a una mera sucesión de gags y cameos de famosos. Que se puede hacer una película divertida sin esto último, hombre.

Porque todo queda deslucido por todos esos cameos, sólo hay que ver la lista de personas que participan en la película. La mayoría son absolutamente prescindibles y no aportan nada, sólo buscar la carcajada fácil por decir "¡mira, es el de la tele!" y demás.

Todo esto hace que se desconecte un poco de lo que viene siendo la película en sí y limitarse a ver esa sucesión de eventos. Aunque claro que hay que decir que algún momento tiene su gracia, por supuesto.

Y de esos momentos cómicos, prácticamente ninguno se correspondía con algún cameo. Aunque claro que la muchedumbre se reía con cualquier cosa, es el humor español. Humor por muchos momentos, paleto.

Luego están las tetas y tetas y tetas sin venir a cuento en el 90% de los casos. Sin comentarios.

Algo positivo son los títulos iniciales de crédito, bastante bien hechos. ¡Que no todo es malo! Otros elementos positivos es el nulo aburrimiento, claro está, y esos momentos graciosos pero que siguen siendo insuficientes para llegar al aprobado.

No la vi en 3D, creo que hice bien.