Estamos ante, posiblemente, la mejor película española del año. Puede que no tenga unos planos espectaculares, puede que no tenga un reparto muy conocido, puede que no esté muy publicitada en los medios de comunicación pero tanto el argumento como los actores como el montaje merece la pena gastarte el dinero de la entrada por verla. Encima, es un tema carcelario, algo distinto de lo que suele tratarse en el cine español, por lo que es una apuesta muy arriesgada y que logran conseguir un sobresaliente los guionistas ya que no consiguen aburrir a los cinéfilos.

El argumento es más que interesante; funcionario de prisiones que, un día antes del que debe, entra a trabajar y, por suerte o desgracia, se queda preso en un motín y tiene que vivir, sin que los presos lo sepan entre las rejas de la carcel. Tiene que estar, ocultando su real oficio, en la prisión para no salir mal parado hasta que lo puedan sacar. Pero por cuestiones de la vida, tendrá que sufrir de todo y sabrá como se vive, tanto dentro como por fuera, lo que es el día a día de una carcel y no poder hacer nada. Es una dura crítica a la sociedad y al sistema de funcionarios de prisiones que se hace en este film donde, si no tienes contactos con la gente adecuada, no puedes sobrevivir en la carcel. También es destacable como habla sobre el tema de ETA y los "chivatazos" que hay...

En ningún momento se te hace lenta la película; cada minuto que pasa, siempre sucede algo con lo que te engancha y te tiene en tensión y atento a la pantalla, aunque a veces puedes suponer lo que va a pasar. El director, jugando con la cámara y los planos en primera persona, te mete de lleno en el film. También juega con los flashbacks, para darnos datos sobre el protagonista y conseguir que le cojamos cariño aunque con ello te haga pensar de que algo malo les va a suceder. La primera hora te cuenta todo lo sucedido en el motín pero la segunda hora te enseña el lado humano de los personajes, con lo que ello conlleva. El final te lo puedes imaginar pero aún así, Daniel Monzón consigue sorprenderte.

Sobre los actores, es impresionante la actuación que hace cada uno de ellos. Destacar más a alguno de ellos sería menospreciar al resto pero el papelón que hace Luis Tosar es para darle todos los premios posibles; consigue cogerle aprecio a un personaje que es preso y violento. Es de esos papeles que tardas mucho en olvidar. Si tuviera que darle una nota, un 10 a todos y a Luis un 11.

En fín, una gran película muy recomendable para los que les guste estar durante dos horas bien entretenidos y que saldrás de la sala con el cuerpo de haber visto buen cine.


LO MEJOR: El argumento. El montaje. El reparto.
LO PEOR: Por decir algo, que algunos momentos es previsible.