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España España · Santander
Voto de burton:
8
Drama El día de la Epifanía de 1904 está a punto de empezar una de las fiestas más concurridas de Dublín, la de las señoritas Morkan. Entre los invitados se encuentra Gabriel Conroy, sobrino de las anfitrionas y marido de la hermosa Gretta. Esa noche, los invitados disfrutan de una magnífica velada. Gabriel, muy enamorado de su esposa, observa su emoción cuando suena una antigua canción de amor. De vuelta a casa, Gretta le confiesa un secreto. (FILMAFFINITY) [+]
17 de febrero de 2007
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El legado de Huston es la traslación a la gran pantalla de este extraordinario relato corto del magnífico autor irlandés James Joyce, titulado "Los muertos" y contenido de forma compendiadora en su magna obra "Dubliners".

De una belleza lírica y plástica casi al nivel de la obra literaria, Huston se rodea de un reparto coral y de un equipo casi íntegramente irlandés, si exceptuamos a su hijo Tony, que escribió este guión adaptado (el único que hizo en su vida) y de su hija Anjelica, interpretando el papel central de Gretta Conroy.

Huston, de sangre irlandesa adquiriría con el paso del tiempo la nacionalidad.

Si Joyce pretendió provocar una catarsis final con el último discurso del contrariado Gabriel Conroy (espléndido Donal McCann), cuando se dio cuenta de que aquel antiguo y adolescente amor de su esposa estaba a pesar de muerto, más vivo en la memoria que su presencia real, Huston consigue los mismos efectos catalizadores.

Y como describía literalmente Joyce: "...Su alma caía lenta en la duermevela al oír caer la nieve sobre el universo y caer la nieve, como el descenso del último ocaso, sobre todos los vivos y sobre los muertos...".

Mientras miraba por la ventana de su hotel caer la sempiterna nieve (símbolo de la muerte que sepultaba aquella vieja Irlanda encorsetada en las viejas convenciones decimonónicas), él meditaba sobre si deshacerse o no de Gretta, su mujer, como símbolo de aquella vieja Irlanda que enaltecía a los muertos más que a los vivos.

En aquel preciso momento en que el excelso tenor Bartell D'Arcy (Frank Patterson) entonaba "La joven de Aughrim", y Gabriel contemplaba a escondidas la palidez y la enigmática perplejidad dibujada en el rostro de su mujer, sintiendo un irrefrenable deseo por estar a solas con ella y decirle lo mucho que la amaba.

Sólo cuando Gretta le explica lo de aquel antiguo amante que murió de pena por sus separación, es cuando Gabriel comienza a demostrar sus inseguridades.

El final es apoteósico, de un derroche lírico imponente.

Creo que hay que leerse primero el relato para descubrir su magia. Si no, probablemente te parecerá, como en algunas opiniones de este foro, una película soporífera.

Es simplemente el legado de John Huston; su regalo de reyes por aquello de desarrollarse la trama durante la cena víspera de la epifanía, cuando los reyes de oriente acudían guiados por la estrella a adorar y reconocer al rey de los judíos.

I M P R E S C I N D I B L E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
burton
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