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España España · Barcelona
Voto de LennyNero:
8
Drama Randy "The Ram" Robinson (Mickey Rourke) es un luchador profesional de wrestling que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, decide poner un poco de orden en su vida: intenta acercarse a ... [+]
18 de enero de 2009
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine, como reflejo de nuestro tiempo, no podía escapar de ninguna manera de los momentos de crisis que vive nuestra sociedad actual. Aunque evidentemente pronto abundaran las producciones de temática más social, donde se hará un intento de plasmar el aspecto más económico de la misma, por el momento encontramos un reflejo más metafórico , más centrado en la decadencia de los valores, de las personas o incluso de la propia industria cinematográfica fagocitando a sus antaño estrellas, como es el caso de la brillante JCVD.

No muy alejada de esta producción, The Wrestler podría pasar perfectamente por una alegoría de la propia trayectoria de Mickey Rourke como actor. Con su etapa de gloria ya pasada y con una manifiesta decadencia intentando luchar por recuperar su viejo éxito, o al menos la dignidad de yo reconocible frente a un mundo que lo ha olvidado y cuyo brillo pasado permanece de forma residual en las mentes de quienes quieren burlarse o lo tienen como un ídolo de la trash culture.

No es de extrañar pues que Aronofsky use el wrestling como marco argumental para desarrollar su trama ya que es un mundo que, en dimensiones más reducidas, podría equipararse al circo cinematográfico, con sus coreografías dirigidas, sus actores principales y secundarios, sus excesos y, como no, con sus estrellas en fulgurante ascensión y más rauda caida.

Por ello hay un acertada combinación de estilos visuales en el film, la vigorosidad de una cámara en constante movimiento en los combates contrastando con la casi rigidez que muestra cuando se centra en su protagonista. De forma muy hábil sabe como conjugar una cierta distancia objetiva con una aproximación casi obsesiva, con un gusto por los primeros planos que quieren reflejar cada arruga, cada gesto de un Rourke parco en palabras pero de gestualidad contenida pero a la vez vibrante y emotiva.

Es posiblemente ese movimiento que tiende por momentos al melodrama familiar de formato más televisivo donde a Aronofsky se le escapa el control sentimental del film, derivándolo hacia algo más convencional tanto argumentalmente como estilísticamente, echándose de menos un punto más de arrojo visual y capacidad sorpresiva.
Sin embargo, y a pesar de este viraje hacia las profundidades de lo sentimentaloide, se nos ofrece un desenlace donde la inteligencia del director vuelve a florecer, cerrando de forma brillante la posibilidad de crítica a lo obvio como al buenismo fantasioso.

The Wrestler no es pues un producto dirigido a cierta resurrección de un mito, o de un actor, pero si un toque de atención hacia la crisis de valores de nuestros tiempos, donde la mentalidad del usar y tirar se está demostrando inane cuando no peligrosa. Una advertencia sobre el desprecio a lo más fundamental que existe, la valoración espiritual del ser humano.
LennyNero
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