Una buena cinta de terror psicológico, que atrapa desde el principio y no suelta hasta su sorprendente e inesperado desenlace.
Un filme intrigante, bien elaborado desde el argumento y mejor rodado desde su estética y su crispante banda sonora ambiental.
La trama es absorbente en intensidad, nos adentramos en los pormenores de una venganza pensada hasta el más mínimo detalle. La cinta también tiene todas las características propias de las cintas carcelarias, y además se desarrolla en ambientes muy sugerentes para que el nervio y el trastorno psicológico sean las vedettes principales que sobresalgan.
Un filme bien sustentado desde su vigorosa puesta en escena, con muchas situaciones inquietantes pero que pasan más por lo sugerido que por lo exhibido. Una cinta que no se rebaja a mostrar casi nada de sangre, sino que se ocupa de desarrollar una venganza tan bien pergeñada como perversa y que se lleva a cabo en una atmósfera sumamente trastornada.
Por ende, y como dije anteriormente, este filme es muy interesante por su inestable atmósfera psicopatológica, por lo estimulantes que resultan algunas variantes bien maquinadas que sorprenden al espectador, por las buenas actuaciones en general donde obviamente que se destaca Max von Sydow (“El exorcista”) y no le está muy lejos de llamar la atención la bella Liv Ullmann (“Persona”) como actriz secundaria.
Un filme con inquietante y perturbado clima que envuelve y estimula, con un saludable ritmo narrativo que no nos despega hasta el final de las variantes desarrolladas, que goza de húmedos y gélidos escenarios donde se oculta una amenaza encarnada en un ser humano que clama revancha por todos sus poros.
En fin, una buena opción de terror psicológico que insinúa mucho, que atrapa en sus turbada atmósfera y que nos sobresalta con su inesperado desenlace.
Recomendada con un siete, una pequeña joyita ignota a la que todos deberían darle una oportunidad por ser un claro exponente de cómo rodar un filme con poco dinero pero mucha astucia, energía y sorpresa narrativa.