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España España · Zaragoza
Voto de Paco Ortega:
9
Drama. Comedia Archibaldo de la Cruz ha visto en su infancia morir a su institutriz, alcanzada por una bala perdida, mientras él se escondía en el ropero de su madre. Ya adulto, la muerte de varias mujeres cercanas a él hacen que Archibaldo crea que es un asesino. Su único argumento es que él deseó todas esas muertes y que las mujeres terminaron siendo asesinadas. Interrogado por un juez, Archibaldo desvela su vida y las razones por las que piensa que ... [+]
18 de febrero de 2009
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Ensayo de un crimen” me parece un brillante ejercicio cinematográfico. Aquí nos encontramos con un director que conoce el oficio, y que se instala en un punto medio en su carrera. Hay en esta película ecos de las primeras, aquellas en donde los sueños y el poder de la mente, aliados a la casualidad, representaban un mundo en sí mismo, terrible, incontrolable y poderoso. Pero también hay anticipación de aquellas otras que rodaría años más tarde en Francia. Hay un aroma evidente de esos personajes pertenecientes a la burguesía y cuyas obsesiones personales desencadenan extrañas tragedias. ¿Cómo no recordar el trabajo interpretativo de Fernando Rey viendo este que realiza de una manera tan correcta de Ernesto Alonso?

La película sufrió convulsiones durante y después del rodaje. La más trágica fue sin duda el suicidio de la actriz Miroslava Sternova a causa al parecer de la impresión que le produjo enterarse de la boda del torero español Luis Miguel Dominguín con el que había tenido un romance. Pero, desde una perspectiva más material, son significativas las restricciones presupuestarias que iba a sufrir y que condicionaron, por ejemplo, la construcción de un solo maniquí que reproducía el cuerpo y el rostro del personaje que interpretaba precisamente esta desgraciada actriz checoeslovaca. A la luz de su muerte es especialmente impactante la secuencia en donde dicho maniquí, construido con cera, es introducido en un horno donde se deshace lentamente.

Pero tal vez lo más significativo sea la controversia que mantuvieron Buñuel y el escritor mexicano Rodolfo Usigli, autor de “La vida criminal de Archibaldo de la Cruz”, novela en la que se inspira la película. El problema fue ese: lo que en principio iba a ser el guión terminó siendo una lejana fuente de inspiración, porque Buñuel, como haría unos años más tarde con “Nazarín” (1958), de Benito Pérez Galdós, llevó el ascua a su sardina dándole en este caso una preponderancia al mundo de las obsesiones, algo que no ocurría en el texto original.

Hay momentos memorables, algunos de los cuales han sido citados por otros directores, como Pedro Almodovar en “Carne trémula” (1997) y Alex de la Iglesia en "Crimen perfecto" (2004). Para mí son inolvidables la muerte de la doncella al principio de la película, como consecuencia de una bala fortuita recibida cuando se asoma a la ventana. Su cadáver en el suelo de la habitación se convierte en objeto de deseo. O la boda de Archibaldo, en la que no aparece la ceremonia en sí misma sino los comentarios que algunos hacen de ella, y que termina con el crimen a manos de quienes no esperábamos que lo cometiera.

Excelente y turbadora. Perfecta en cuanto a la forma. Llena de intuiciones. La crítica la considera entre las cincuenta mejores películas del cine mexicano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Paco Ortega
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