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Voto de Lucas Liz:
7
Comedia. Drama En Nueva York, dos matrimonios se reúnen, en principio de manera civilizada, para hablar de la reciente pelea que han tenido sus hijos en un parque. Pero el encuentro se complicará hasta límites insospechados... Adaptación de la obra teatral homónima de la autora francesa Yasmina Reza. (FILMAFFINITY)
4 de junio de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante la última cinta de Roman Polanski que una vez más nos brinda un producto bueno, de calidad, entretenido y lleno de contenido. Es una película corta, pero completa; simple en formas, compleja en contenido; tópica en cuanto a los diálogos, inusual y sorprendente en cómo se nos presenta.
Es de ritmo rápido y vertiginoso, conduciéndonos a lo que se nos desea mostrar con la mayor celeridad posible sin entretenerse en cosas superfluas e innecesarias, resolviendo en la mayor brevedad posible lo que se quiere exponer y argumentar. Rápido, pero no fácil y sencillo.
La historia indaga en la naturaleza humana, en las relaciones de pareja, en la socialización... en cómo se anteponen las formas sobre los instintos, incluso sobre las realidades de lo que se siente y se sufre, aunque sea en silencio. Desde el personaje de John C. Reilly completamente visceral e impulsivo que ha de habitar tras la cortina de las falsas apariencias y las ganas de agradar, a la civilizada, convencida y compulsiva de Jodie Foster, quien se desmorona ante lo que no comparte, pasando por lo hilarante e irónico del señor Waltz, quien se lleva los mejores diálogos y las mejores frases. Un personaje, el suyo, que escenifica al hombre inmerso en su trabajo y a quien su vida personal le es algo completamente accesorio. Borda ese papel de hombre pegado al móvil y a su trabajo. Sin embargo, casi todo en pose, toda esa civilización, esa calma, esas ganas de conciliar y agradar... se desmoronan a las primeras de cambio, dejando fluir las verdaderas personalidades y lo que realmente cada uno siente y padece, no sólo en lo referente al incidente infantil que les concierne en esta ocasión, sino también en lo relativo a sus propias vidas y sus propias relaciones de pareja. Es ahí donde se llega a los típicos tópicos, pero muy bien expuestos y muy bien introducidos, lo que no deja de hacernos reír y sonreír. Hacernos simplemente disfrutar. Es graciosa y entretenida.
Minimalista en las formas y completamente natural, consigue que el espectador se quede prendado de ella, partiendo de lo que en principio parece una pieza simple de teatro de salón, para terminar acariciando finalmente los límites de obra maestra.
En cuanto a las interpretaciones, los cuatro únicos personajes y protagonistas exclusivos del film están notables. Particularmente los dos personajes masculinos están sobresalientes; Reilly se lleva el papel más jugoso, Waltz las mejores frases. Ambos adorados por este espacio, ambos soberbios.
Lucas Liz
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