No sé porque no le doy la máxima nota, no sé cuál de las dos partes me gusta más, ni cuál de las dos actrices (Dunst, Gainsbourg), no sé si me gusta más el comienzo o el final. Pero si la duda nace en todos estos duelos no es por nada negativo sino por una sana competitividad, una lucha constante de creatividad. El tema principal, el que da nombre al film, es decir, el fin del mundo, es un tema que compete a todos y por tanto nos interesa a todos. Las señoras que tuve a mi lado en el cine creyeron que era una comedia romántica y hacían comentarios estúpidos sin comprender nada pero pienso que es fácil conectar con esta película pese a sus dosis de burguesía. No por llorar en un campo de golf las lágrimas dejan de valer pero el cesped dotado de ese brillo de la lágrima es todavía más bonito, pues eso. Imágenes totalmente pictóricas como en Anticristo, qué gran artista es Lars Von Trier y qué bien representan lo femenino sus actrices y eso que soy hombre, pero me doy cuenta.