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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
7
Drama. Cine negro A principios del siglo XX, oleadas de emigrantes procedentes de Europa llegaban a la populosa ciudad de Nueva York. Todos albergaban la esperanza de hacer realidad sus sueños de prosperidad. Muchos procedían de Italia, como la familia de Gino Monetti, un barbero ambicioso y autoritario, que emigró con su paciente mujer y sus cuatro hijos, todos muy distintos tanto psicológica como físicamente. Con los años, Monetti amasó una enorme ... [+]
19 de agosto de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título en castellano por la que es conocida esta película es tan explicativo y definitivo que me parece un resumen perfecto en sólo tres palabras. No es difícil darse cuenta en seguida que el personaje que interpreta Edward G. Robinson arrastra la maldad a cuestas, alguien que dedicándose nada menos que al oficio de banquero y presumiendo de sus ganancias es capaz de malmeter a su hijo mayor, de enemistarlo con su preferido, alguien que se ve definido por su egoísmo y por su avaricia. No tengo ninguna duda al afirmar que lo mejor de "Odio entre hermanos" es el padre y que lógicamente la potencia de su personaje es lo que sostiene la trama familiar.

A Mankiewicz tengo mucho que protestarle relacionado con el guión, principalmente cuestiones que tienen que ver con la falta de explicación de algunas cosas. Por supuesto, por no molestar, me iré a la parte oculta de esta crítica, no vaya a ser que alguien del siglo actual le dé por revisar el cine del pasado y además esté leyendo este párrafo. Por cierto, una película así es inviable en la actualidad, a buen seguro se realizaría con actores más guapos, seguramente habrían escenas de sexo gratuitas y más de un disparo con sangre, efectos especiales y hasta 3D...

"Odio entre hermanos" es cine emocional, que nace de la relación familiar entre un padre autoritario y cuatro hijos con diferentes puntos de vista respecto a esa dominación. El drama está servido y es en cierto modo previsible, pero atención, no es ni cine negro ni tiene nada que ver con la mafia. Háganme caso a mí que sí he visto la película, es un melodrama familiar correcto, pero que nadie espere nada parecido al cine negro clásico que todos conocemos, aunque aparezca Edward G. Robinson y desarrolle bastante mala leche. Hay un precioso flashback que sólo alguien que maneja bien los recursos del cine puede introducir así, otro elemento impensable a día de hoy. Nos vamos siete años atrás y de repente sin notarlo estamos en el presente. A eso lo llamo yo hacer bien las cosas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Luisito
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