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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Drama El descubrimiento en una cuneta del cuerpo de un hombre brutalmente asesinado hará que las vidas de varias personas se entrecrucen en Los Ángeles. Un policía veterano y racista, su compañero novato e idealista, la esposa del fiscal del distrito, un tendero iraní, un acaudalado matrimonio negro... Entre estos personajes surgirán tensiones raciales, religiosas y sociales que ilustran la caótica vida de los habitantes de Los Ángeles. Debut ... [+]
29 de abril de 2007
88 de 168 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un tipo se dirige a un puesto ambulante de heladería para mercar un helado para su hijo.

- Hola negro, ponme un helado de chocolate
- ¿Perdone? ¿Como se ha dirigido a mi?
- He dicho "Hola negro, ponme un helado de chocolate"
- Lo siento señor, yo a usted no le he dicho, "Que desea, blanquito de los cojones?" o sea que ruego se dirija a mi con más respeto
- ¡¿Que estás diciendo negro de mierda?! ¡Si solo te he pedido un jodido helado!
- ¡La madre que lo parió! ¿Ud a que viene aquí, a comprar helados o a insultarme a mi por pertenecer a una raza distinta a la suya?
- ¿Pero cómo? ¡Maldito negro! ¡Pues ya no quiero el helado de chocolate, ahora me lo pones de vainilla, tu color me asquea!
- ¡Váyase usted a la mierda, maldito racista!
- ¿Qué?! ¡Juani!, ¡Trae p'aca la navaja que rajo al conguito este en un santiamén!
- ¡Tranquilo Pepe! No te me sulfures, que la violencia no llega a ningún lugar
- ¿Como que no? A rajar a inmigrantes de estos de mierda que llenan nuestras calles y encima se atreven a replicarnos cuando les pedimos un helado, ¡faltaría más!

De pronto llega un policía con pinta de argentino.

- Perdonen señores, deben desalojar la zona, hemos recibido un aviso de bomba.
- ¿Como? ¿Otro jodido tipejo que me quiere quitar mi puesto de trabajo? ¡Racistas de los cojones! Yo de aquí no me muevo, mi puesto de helados se queda, sino ¡ya me dirá como sustento a mi familia!
- Pero pelotudo, que boludeces está diciendo usted, que este es un caso serio. ¡Debe desalojar la zona!
- ¡Y una mier...!

De pronto, el carrito de los helados, colocado estratégicamente bajo una cornisa, explota dejando atrapado al heladero bajo unos escombros y prácticamente envuelto en llamas.

- ¡Maldita sea Juani! Que se ha quedado atrapado el jodido conguito este, espera que voy a intentar sacarlo de ahí

Se dirije hacía la zona y le tiende la mano al heladero.

- Oye negro, dame la mano que te saco de ahí
- ¿Que? ¿Yo rescatado por un puto racista ario? ¡Largo de aquí, proyecto de Hitler!
- ¡Pero que dice el tío este...!
- Aparte, blanquito del orto, ¡déjeme a mi!
- ¿Pero que..? ¡Yo me largo, que les den a todos, ya se espabilarán! Vámonos Juani

De pronto, el niño alemán por allí. El heladero se dirige a él.

- ¡Y ese jodido niño alemán que mira! ¡Se está cachondeando el muy...!

El niño alemán muta, se dirige allí y se carga a golpes con un teclado al heladero, al poli y al apuntador.
Y es que ya se sabe, por muy racista que seas, mejor dejar a los niños frikis alemanes apartados, o las repercusiones pueden ser graves (http://www.youtube.com/watch?v=XpHJdGmT8k4)


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Y lo reconozco, cuando salí de la sala pensé "Joder, menudo espectáculo", pero... ¿a cambio de qué? ¿maniqueismo y patetismo al estilo Loach? Los films de denuncia se pueden suceder de muchos modos, así JAMÁS.

Como dice Tomine, una cara como un trolebús es lo que tiene Haggis. Menos efectismo, menos manipulación y más cine.
Grandine
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