Daniel Costelle e Isabelle Clarke son los directores y guionistas. De ambos es también la serie “Apocalipsis; la 2ª Guerra Mundial” (2009), así como “Apocalipsis: El ascenso de Hitler” (2011), o “Eva Braun en la intimidad de Hitler” (2007) entre otros documentales.

Son cinco capítulos cronológicos, de casi una hora de duración cada uno. Las imágenes, de muy buena calidad, están coloreadas, pero con bastante acierto se hace de una manera suave, no exagerada.

Me ha parecido un trabajo riguroso que nos acerca la “Gran Guerra” justo un siglo después de que, un 28 de julio de 1914, el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo fuera la excusa que dió origen al conflicto.
Es una guerra mucho menos conocida que otras, y también poco tratada en el cine (con alguna notable excepción como “Senderos de Gloria”). Es muy curioso conocer que el Kaiser Guillermo II, el Zar Nicolás II de Rusia y el Rey Jorge V del Reino Unido eran primos. Y es increíble comprobar como “jugaban a la guerra” de la mano de sus (la mayoría) orondos generales. Y más increíble ver como muchos hombres se lanzaban a la guerra como un rebaño feliz tras unas consignas de patriotismo que escondían los intereses de unos líderes en busca de sus sueños imperiales. Y es que entre las razones que explican el ambiente prebélico están la existencia de esos imperios, como el austrohúngaro, el otomano, el ruso o el británico. Este último sería el único que sobrevivió tras la guerra y que daría origen a un nuevo orden mundial, con los Estados Unidos como gran potencia y la aparición de los fascismos, la URSS o el auge de los nacionalismos... amén de ese Tratado de Versalles que puso fin a la 1ª G.M. pero dió origen a la 2ª G.M.
Lenin, Rasputin, Petain, el Barón Rojo o el mismo Lawrence de Arabia son protagonistas también de esta güera. Y aparecen personajes que luego serán importantes en otros momentos históricos, como Hitler y Goering, Churchill, el futuro presidente de USA Truman, Rommel o Patton...

Las imágenes captan la extraordinaria dureza de esas batallas de trincheras. La enorme potencia de fuego que daban las nuevas tecnologías, así como la utilización de guerra química a gran escala o las condiciones de vida miseras de los soldados, todo junto, hacen que la frase “carne de cañón” se pueda utilizar para esta conflagración de la manera mas literal. Un documento extraordinario para ver e intentar entender esa sinrazón.