"Crash" es una película llena de contradicciones: está llena de muerte pero también de vida, es capaz de despertar viejos instintos olvidados como de hacernos conscientes de reacciones desconocidas para nosotros. Es repulsiva pero a la vez excitante, completamente turbadora, una joya desagradable y provocativa que ahonda en los abismos humanos.

La cinta no deja indiferente, es hipnótica. Dentro de la depravación del ser humano y de sus límites hay algo que no nos dejar apartar la vista por mucho que queramos. Sentimos asco pero no podemos dejar de mirar las reacciones de James, el por dónde va a salir y, a la vez, nos dejamos seducir por las oníricas escenas llenas de morbo, velocidad y sexo. Mucho sexo, sexo sucio, fantasioso, sin tapujos y hasta enfermizo.

La historia nos atrapa y nos introduce en el oscuro mundo de la psique humana; ¿hasta dónde somos capaces de llegar? No es una película para todo el mundo, aunque todos estemos hechos de luces y sombras, e incluso no es una película fácil de digerir; sus imágenes y su efecto rondarán tu cabeza durante días. Pero es una película interesante y altamente recomendable, una joya contemporánea del Cronenberg más brillante y brutal. Una película para dejarse llevar y paladear con todas y cada una de las reacciones que provoca, en definitiva una película para disfrutar aunque sea un bofetón a mano abierta.