Debido a la polémica que ha surgido con A Serbian Film, lo de menos es mi valoración. Digamos que por una parte me interesó poco y por la otra me desagradó bastante. Soy muy sensible a la violencia con ciertas criaturas de por medio, pero aún así defiendo la libre exhibición de la cinta al público adulto. Voy a intentar explicarlo.

En una vergonzosa tertulia en televisión se equiparaba esta ficción cinematográfica con los gravísimos casos de pederastia real en la red. Los presuntos periodistas condenaban y atribuían delitos a sus creadores sin haber visto un solo fotograma. O sea, sin contrastar su opinión, que era la misma aparecida en cierto artículo de un periódico que en su día reprobó el film con mayor dureza que a los desmanes pedófilos de la institución católica. La morbosa descripción de los detalles en la noticia era casi tan explícita y ofensiva para sus lectores como podía ser la misma película. Es un contrasentido habitual en el periodismo de bragueta rota y calcetín fétido, el denunciar algo que consideran peligroso para la higiene mental de sus conciudadanos... dándoselo a conocer.
El fariseísmo de estos medios no tiene límites, porque es precisamente en sus noticiarios y prensa escrita donde nos vemos casi obligados a desayunar con estampas de niños moribundos comidos por las moscas, imágenes de conflictos bélicos en los que no se esconde la violencia extrema de fusilamientos, mutilaciones y exposición de cadáveres… Pero claro, eso es informar sobre lo que pasa en el mundo. ¿Y acaso no es lícito suponer que A Serbian Film utiliza esos mismos recursos para denunciar o llamar la atención sobre ciertos hechos atroces mostrándolos de forma rotunda?. Pues no. No es lo mismo, la diferencia está en que unos son actores y muñecos de látex… y los otros, que truculenta paradoja, muy reales.

Resulta ofensivo como algunos afirman sin ningún rubor y pasmosa simpleza, que el director Srdjan Spasojevic y el público a los que ha gustado su película son unos tarados. Vienen a exponer que si filmas o te interesas por una representación de la pederastia, la violación y el asesinato… eres un pederasta-violador-asesino en potencia.
Huelga decir que los enfermos mentales y los menores de edad no deben ver este tipo de cine. Visto lo visto tampoco es nada recomendable para los estrechos de miras y los intolerantes... Hace que su estupidez natural se agudice alarmantemente.

La evidente conclusión es que todos ellos olvidan lo elemental… ES SÓLO UNA PELÍCULA, una ficción en la que NO SE HA COMETIDO DELITO ALGUNO, y por muy repulsiva que nos pueda parecer, la obligación de todos es acatar hasta lo que no nos parece adecuado. Nuestra sociedad debería ser un lugar donde cada uno seamos libres de ver lo que nos venga en gana siempre que para ello NO DAÑEMOS LOS DERECHOS DE NADIE. Si lo olvidamos corremos el peligro de revivir un negro pasado.
Así que dejen de decir imbecilidades y no hagan el ridículo.