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España España · Barcelona
Voto de Manu_el_Ruiz:
3
Drama. Romance Verano de 2008. Se inspira en el film 'En la cama', del chileno Matías Bize. En un hotel del centro de Roma se conocen una rusa y una española. Al día siguiente, Alba volverá a España y Natasha a Rusia. En la habitación del hotel se respira una atmósfera cargada de erotismo y sensualidad. Entre ellas nace un sentimiento nuevo que ambas aceptan. Durante doce horas, las dos mujeres se confían sus vidas, hablan de sus compromisos y del ... [+]
21 de septiembre de 2010
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es evidente el componente poético en el cine de Julio Medem y con “Habitación en Roma” ha aislado a dos personajes en un espacio cerrado para poder dejar fluir a través de la imagen y la palabra todo ese universo que trata de plasmar en su cine.
La idea sería buena si funcionara, pero acaba en desastre, ya que para tamaña empresa se necesitaba un guion sólido, con diálogos que fueran llevando al espectador hacia la historia que pretendía contar.

Dos desconocidas se conocen una noche y acaban en una habitación de hotel. Una es lesbiana y siente atracción por la otra que no lo es, y la película se encarga de exponer a lo largo de su metraje si los mundos de ambas se pueden llegar a acercar a través de sus cuerpos y sus sensibilidades.
El primer error es la interpretación de las protagonistas, una esforzada Elena Anaya que intenta dotar de fuerza a su personaje a través de la expresión facial y del movimiento corporal, pero que no siempre acierta con ello, y una vulgar y pésima Natasha Yarovenko, incapaz de mostrar ninguna emoción con su rostro y limitándose a lucir su buen cuerpo. Las historias que se cuentan sobre sus vidas, las mentiras, anécdotas, tragedias, a lo largo de la noche avanzan de manera artificiosa sin transmitir el mínimo de empatía al espectador y Medem filma todo ello dando mucho valor a la relación física, que en el fondo es la que hace funcionar esta historia, y haciendo de la relación emocional un pestiño cargado de impostura.
La cámara enlaza imágenes de pinturas que quiere relacionar con las vivencias que ambas van compartiendo, pero que no suele conseguir integrar en la historia. Para colmo, en un momento de la película, nos muestra una pintura que sí sirve para describir el momento emocional de una de ellas, pero Medem, ansioso de crear poesía visual, acaba haciendo el ridículo materializando esa metáfora, que todos habíamos entendido, y creando una pretendida escena onírica como un pegote visual recargado, vulgar y falto de encanto.
Los cánticos y las cancioncillas que se van repitiendo a lo largo del metraje, pretenden, aparte de llenar momentos de poesía, tener el efecto de remarcar cuando hay un instante de explosión emocional entre ellas, y eso, aparte de subrayar lo evidente, se acaba volviendo cansino.

Me quedo con los cuerpos entrelazados de las actrices, filmados con delicado gusto y la suave dirección de Medem, lástima que sea para filmar una insípida y cargante historia, que ni emociona ni acaba siendo creíble. Ellas se van acercando a través de la pasión física y emocional, y sus “grandes” orgasmos se producen a través de rápidas y suaves caricias exentas de autentica entrega y pasión, así como el acercamiento emocional llega a través de un conocimiento basado en las vivencias relatadas, cargadas de artificio y faltas de intensidad.

Cuando Medem vuelva a intentarlo espero que escriba un buen guión y se busque mejores actrices, aunque ni estén tan buenas ni se desnuden tanto como éstas.
Manu_el_Ruiz
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