La película, durando hora y media se hace larga durante 80 minutos, pero es que luego, de repente, en los últimos 10, o quería referenciar a la peli de Cars o es que se le quitaron las ganas de seguir con esta mierda (no le culpo) porque de repente pasan más cosas que telenovela turca.

La intención del director se basa en mostrarnos lo ridículamente imbéciles que son los turistas de la película, reaccionando ante asesinatos de un tipo enmascarado como si fuesen actuaciones de teatro en medio de la calle. Es decir, que si a una mujer aleatoria le cortan el cuello delante de todos ellos seguirán haciéndose fotos con el cadáver y después de dos horas, cuando la mujer aún no se haya levantado para ir al colegio a recoger a sus tres hijos del comedor, entonces, quizás y tan sólo quizás, la actriz se ha metido demasiado en el papel, ¿no? Porque todo el mundo sabe que en Venecia no existen los asesinatos, ni siquiera la muerte y menos a manos de un tipo disfrazado.

Comentar también la gracia que me hizo Nico Romero en la escena dónde muere Silvia Alonso, parecía mi padre mirando el fútbol a las 4 de la tarde, hipnotizado ante un Betis - Sevilla. Por cierto, no entiendo que problema tienen los directores españoles con poner este tipo de romances que no aportan nada en películas de terror como estas, es decir, ¿al espectador realmente le importa que la protagonista esté prometida con un chaval que aparece a partir del minuto 50, al que se le ve 10 minutos en toda la película, el cual tiene 4 frases contadas y todas sus escenas se basan en mostrar que realmente no quieren casarse?

Ah, y el final... Según el villano del film están cansados de que los turistas vayan a Venecia a destrozarla (¿Cómo la destrozan? Ni él lo sabe), asi que van a matar a todos los turistas que vayan para que dejen de venir. Básicamente, quieren matar la economía de una ciudad que se basa en el turismo. Acto seguido deciden suicidarse. Muy lógico.