No voy a entrar en consideraciones morales. Si voy a entrar en consideraciones lógicas.

Si una persona o personas se dedican a hacer contenidos de televisión basados en el entretenimiento y el humor se supone que conoce ese lenguaje televisivo, y por tanto lo hará con mayor o menor talento, pero al menos domina en teoría el medio.

Si una persona o personas se dedican a hacer cine y no dominan como es el caso, el lenguaje cinematográfico, el resultado es lamentable y casposo.

Los de la tv a hacer tv y los del cine a hacer cine. A mi persona no se le ocurre dar misa.

Respetemos el cine, seamos éticos. Me callo que me estoy metiendo en consideraciones morales. Tengo la moral, otros no tienen.

La escena en que Mitchum visita a Nastassja y ella está fregando el suelo es para mi, algo inolvidable. Es algo que se te queda grabado en la mente cuando lo ves con quince años y que con frecuencia hace que despiertes sudando en la cama pensando que tú eres ese suelo.
Ese escote, ese cuerpo mojado y sudoroso, esa diosa a cuatro patas.

Aún con cuarenta años sigo sintiendo lo mismo al verla tirada en el suelo fregando y que me dure muchos decenios esa sensación de deseo carnal.

Siento parecer salido pero es lo que siento siempre que viene a mi mente, ya que lo tengo grabado y me marcó con quince años.

Como he leído por aquí, estamos en la Barcelona real y no en la de Victoria y Cristina. El único "pero" a esta notable opera prima, es la escasa duración de las secuencias. Faltan minutos y diálogo en las secuencias. Se nota desgraciadamente también la falta de presupuesto en algunas secuencias como por ejemplo, la del incendio. Es loable el esfuerzo de los actores no profesionales, pero se nota muchas veces lo forzado de los diálogos y la escasa expresión. Aún así, merece el doble de puntuación que "Los girasoles ciegos".

Me resulta relativamente sencillo votar con un diez a películas clásicas que he visto tantas veces y que me traen recuerdos agradables. Quizás esos recuerdos, esos posos, hagan aflorar en mi persona esa sensibilidad que tanto me cuesta sacar con el cine digamos, contemporáneo.

No cabe duda de que estamos ante un gran filme, se mire por donde se mire. Pero de ahí a ponerle un diez!

Recuerdo perfectamente que en el año 2005 esta fue la única película que vi en el cine y que me mantuvo petrificado en la butaca de la sala, una vez termino la proyección. Un sin fin de sensaciones perturbaban mi mente en aquel instante.

Hasta ahora no he vuelto a verla y prometo que es una de esas veces que no me da reparo volver a ver una película, debido al miedo que me pudiera producir el bajón al volver a verla y encontrar multitud de fallos.

No es cuestión de que sea una película perfecta, que no lo es. Es cuestión de que es una película que llega a mi corazón. Los actores están maravillosos. El guión es perfecto.

Otros visionados vendrán y un servidor nunca podrá olvidar aquella tarde pegado al asiento sin poder reaccionar.

No se me ocurre nada más.

Soy ateo. He visionado el filme y sigo siendo ateo. Así que tranquilos señores. Las películas son buenas o malas igual que las personas.

Estamos ante un caso fascinante ya que se trata de una opera prima y es un documental acojonantemente bien hecho.

Espero y deseo con muchas ganas en el futuro, una nueva obra de Juan manuel Cotelo.

No me voy a extender más, simplemente desde mi humilde opinión aconsejar a todo el mundo que haga por verla. Si te gusta el cine y las buenas historias, esta película no te defraudará.

Sin complejos. Os prometo que vale la pena verla.