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España España · Barcelona
Críticas de Adrián
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Críticas 45
Críticas ordenadas por utilidad
9
12 de agosto de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Detroit Become Human es un juego que mezcla acción y aventura gráfica, con un toque único y típico de Quantic Dream y David Cage, quienes ya nos dejaron grandes juegos como Heavy Rain y Beyond: Two Souls. En este título nos metemos en la piel de varios androides, y ese es probablemente, el mejor acierto para un juego de este tipo.

- Una breve introducción

Quien ya conoce los juegos de Quantic sabrá como funciona el sistema en estos juegos. Quienes no, un sencillo resumen; podremos controlar varios personajes, y con ello tomar decisiones a lo largo de la aventura, que influirán en mayor o menor medida en el transcurso de la historia.

Eso quiere decir que la posibilidades son muchas, y que no siempre (por no decir, nunca), hay una decisión correcta, si no que simplemente es nuestra decisión, sea buena o mala. Por lo tanto el jugador no sigue un camino único si no que sigue su propio camino, y a través de las decisiones que tomamos veremos como progresa nuestra historia.

¿Y de qué trata la historia? Sin spoilers; el juego nos ubica en una futura Detroit, capital de la inteligencia artificial. Los androides inteligentes y con apariencia humana son algo normalizado en la sociedad; son obedientes, están programados para cumplir lo que esperamos de ellos, y el mundo es un lugar mejor de grandes avances tecnológicos.

Pero de repente algunos androides empiezan a rebelarse, están fuera de sí, algo les ocurre, y a ti te tocará descubrir qué está pasando. Y así empieza el juego, poniéndonos en la piel de Connor, uno de los tres androides protagonistas que conoceremos a lo largo del juego.

- Decisiones que te hacen más humano

Antes comentaba que el tratarse de androides para el tipo de juego que es (una aventura gráfica) es probablemente el mejor acierto. Y la razón es sencilla; el juego nos plantea decisiones que tenemos que tomar bajo nuestro propio criterio, calculando posibilidades y cual seria la mejor opción para cada situación, de la misma forma en que lo haría una inteligencia artificial.

Por supuesto las personas también tomamos decisiones todo el tiempo, pero no se nos presenta ante nuestras narices 4 diálogos y un lapso de tiempo para decidir que queremos hacer, lapso en el que estamos quietos. Sonará estúpido, pero eso mismo es lo que hace que parezca menos estúpida la situación.

Analizamos, calculamos y decidimos, y así durante todo el juego. Pero aunque, sabiendo que somos maquinas, poco a poco nuestras propias decisiones irán evolucionando al mismo ritmo que evolucionan los personajes, volviéndose más humanas. Creamos una conexión especial con el personaje, tan llena de empatía que al final sentimos que no somos nosotros tomando decisiones por el androide, si no que, simplemente, somos él.

- Rompiendo la cuarta pared

Uno de los aspectos con los que más me quedé sorprendido con este juego es de como logras empatizar de forma independiente con cada personaje.

Pese a que todos son androides cada uno tiene su historia, siguen su camino, caminos que incluso podrían llegar a enfrentar a dos de ellos y verte en la encrucijada de tener que tomar decisiones por cada uno, y aún así empatizas tanto con ellos que te es muy fácil tomar decisiones pensando en lo mejor para cada uno, y no en lo mejor para «el resultado general». Incluso aunque supusiera hacer un sacrificio.

Es un hecho bastante curioso, pues todo en este juego gira en torno a la empatía y los androides, y al final el jugador, tú, acaba sintiendo empatía por ellos. Esto, en mi humilde opinión, es una maravillosa forma de romper la cuarta pared.

- Infinidad de posibilidades

Y como no, las decisiones tienen consecuencias. Para ir empezando, el juego se divide en una serie de capítulos a través los cuales avanza la historia general. En cada capítulo tomamos una serie de decisiones, y al finalizarlo se nos presenta un árbol que muestra la cantidad de decisiones que tiene ese capítulo, y sus múltiples caminos.

Esto implica que muchas decisiones que tomemos tienen consecuencias en la historia, dando lugar a múltiples posibilidades, y, sobretodo, diferentes finales.

Y no hablamos del típico final bueno/final alternativo. No, en Detroit Become Human van un paso más allá, y los finales pueden ser muy variados; tenemos tres protagonistas principales, y cada uno puede acabar de varias formas muy diferentes. Y esto sin contar la conexión que tendrán unos con otros. O no. Al final todas las decisiones que tomemos las sentiremos como nuestras, y el final que presenciemos también. Será eso, nuestro propio final.

Pero aún así el juego acabará dejándote esa sensación de querer más, no por insatisfacción, si no de querer saber qué habría pasado si hubieras hecho esto de un modo diferente, lo cual invita mucho a rejugarlo y echarle una cantidad de horas considerable. Es un juego para volver a pasárselo no dos, sino tres o cuatro veces, como mínimo.

En conclusión, Detroit Become Human se convierte, por excelencia, en uno los mejores juegos de todo el catálogo de PS4. Y si eres fan de la ciencia ficción, la robótica, la inteligencia artificial, o las aventuras gráficas, es un indispensable sin ninguna duda.

Reseña original:
https://desophict.com/gaming/detroit-become-human/
Adrián
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7
11 de junio de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se acerca el sábado, la programación de la tele se antoja aburrida, te es imposible escoger una película en Netflix, y en definitiva no sabes qué película ver este fin de semana.

No pasa nada, trataré de aliviar tu problema. Hoy traigo la recomendación de una película que evocará tu infancia y que hará que te sientas en un estado de comodidad y melancolía contigo mismo.

- Mid90s

‘Mid90s’ es la primera película escrita y dirigida por el actor Jonah Hill en su debut como director. Se trata de una comedia dramática que pertenece al subgénero coming-of-age. Coming-of-age hace referencia a un género que se centra en la evolución psicológica y moral de un protagonista, el mayor ejemplo lo tenemos en la película ‘Boyhood’.

En ‘Mid90s’ conocemos a Steve, un niño de 13 años que viene a ser una especie de alter ego del director. Nos encontramos en unos Los Angeles de los años 90 en pleno verano. Steve no tiene amigos, la relación con su hermano mayor es tensa, y como muchos chavales a esa edad haría lo que fuera por ser alguien y tener un amigo de verdad.

Con esta premisa de drama adolescente que aborda problemas reales de la juventud arranca la película, sin caer en dramas fáciles ni tramas forzadas. Todo llevado desde un guión que se escribe solo y plasma con la más sencilla naturaleza la adolescencia de muchos de nosotros. Con un joven reparto que brilla por su calidad, y unos diálogos ingeniosos.

Rebeldía, hormonas revolucionadas, problemas domésticos y un descubrimiento de bruces de que la vida es dura y complicada. La sutileza con la que ‘Mid90s’ trata temas complejos que todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas se hace notar, y bastante.

Tal vez esta película no transmita mucho a algunas personas, ya sea porque es el reflejo de una adolescencia masculina, o bien porque nos cuenta la vida de un chico que vive rodeado de skates, videojuegos retro, gamberrismo y una L.A. única en su época. También especial mención que la americanización cultural es palpable, y aunque es una película que puede reflejar muchas infancias, no deja de ser la infancia de Jonah Hill.

- Una película retro en un formato retro

Como detalle curioso, la película está rodada en formato 4:3 y también guarda alguna que otra secuencia en cámara analógica, con un toque de lo más amateur. La primera vez que vi el trailer pensé que sería alguna especie de mockumentary rodado en dos formatos, el 4:3 y como si fuera una filmación amateur de chavales skaters de los 90.

El resultado, aunque al comienzo puede apreciarse raro, al final lo acabas adorando. Y lo cierto es que es el mejor formato que podían escoger para una película de este tipo, logrando transportarnos aún más a la época.

Tampoco es una película muy densa, tiene una duración de poco más de hora y media lo que la convierte en una opción ideal para ver un sábado o domingo por la tarde y no aburrirte.

Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/mid90s/
Adrián
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6
31 de agosto de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre todos los estrenos del verano tenemos la última gran apuesta de HBO, originalmente estrenada en Estados Unidos mediante HBO Max y que aquí nos ha llegado mediante HBO España. Hablamos de ‘Perry Mason’, un oscuro remake que rescata el viejo y legendario abogado infalible de la televisión, trasladándolo a un oscuro y demacrado formato con tintes de cine noir y ‘True Detective’.

Estamos ante una primera temporada que rescata lo mejor de las pesquisas legales y las investigaciones de detectives en un cóctel que logra cumplir con todo lo que se propone.

- Todo el mundo miente

Una frase que repetía con bastante frecuencia Dr. House y que a ‘Perry Mason’ le viene como anillo al dedo, sin lugar a dudas. Estamos ante una serie que cuenta con los ingredientes principales de una buena historia policiaca; policías, testigos, detectives, sospechosos y criminales, pero además añade un elemento clave y el que da identidad a la serie, los abogados. Con tantos frentes abiertos y un caso por enmedio que resolver, la desconfianza y la incógnita es creciente y llega un punto que no sabemos en quién creer.

Pero las introducciones por delante. ‘Perry Mason’ sirve de remake-precuela del abogado original para explicarnos los orígenes de nuestro protagonista, de cómo pasó de ser un triste y amargado detective privado sin escrúpulos a un infalible abogado defensor de la verdad y la justicia. En los primeros minutos de la temporada los eventos ya suceden directamente, sin entrar en spoilers, veremos inmediatamente lo que dará lugar al caso más importante que tendrá que resolver el detective.

‘Perry Mason’ coquetea bastante con lo visceral y lo incómodo de forma bastante meticulosa. Mientras que el primer capítulo es puro noir por todos los costados, los siguientes irán adoptando un tono más turbio que nos recordará bastante a ‘True Detective‘ y otras series de HBO. Reina lo oscuro y los negros con tintes de luz casi imperceptibles que acaban por dar a la serie un tono medio, grisáceo. No hablo del estilo artístico o de los colores en sentido literal, si no de la ambientación general, la narración, las emociones de nuestros protagonistas, y de la amargura casi palpable en la sucesión de eventos.

Aunque es cierto que hay cierto autoengaño en su intento por ser «cine negro» cuando poco a poco se va alejando inconscientemente del espíritu noir. Igualmente mantiene su esencia de thriller y logra dejarnos una serie policiaca a la altura, perfectamente ejecutada, y con un caso particular lo suficientemente ingenioso como para considerarse único y nunca visto. La historia logra mantenerte enganchado, con ganas de saber qué pasará en el siguiente episodio.

Como punto negativo, se nota el exceso de cupo y minutos que rellenar con subtramas menos interesantes que la trama principal y que aportan más bien poco a la narración final. Pese a ello, los showrunners han sabido encajarlas a la perfección como piezas de puzle, de forma que sean relativamente interesantes y tengan valor narrativo e incluso daños colaterales en los eventos principales; perfilan la historia principal dándole al final de la temporada un significado propio.

Rolin Jones, Ron Fitzgerald y Kevin J. Hynes han sabido encontrarle el punto a ‘Perry Mason’ logrando darle una vuelta al legendario abogado, renovando su identidad y adaptándola al mundo contemporáneo pero manteniendo su propia esencia. Estamos ante una toma de contacto prometedora, una de las series de mayor presupuesto de HBO, y si las cosas salen bien Mason podría traernos nuevos casos impresionantes.

Podríamos estar ante una de las mejores series de HBO de los próximos años.

Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/perry-mason-y-su-oscuro-regreso-a-hbo/
Adrián
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8
27 de septiembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una donación de sangre y 1 mes gratis de Filmin como compensación, eso es lo que me ha llevado a ver hace unos días una de las mejores películas del 2015 que tanto quería ver desde hace mucho tiempo: ‘Espías desde el cielo‘, una alegoría a los conflictos bélicos y el dilema moral de la guerra.

Se trata de una de las últimas películas de Gavin Hood (‘Tsotsi’, ‘Expediente Anwar’) y considerada por muchos como una de las mejores películas sobre la guerra moderna con drones. Un thriller bélico con cierto aroma que nos recuerda a ‘Doce hombres sin piedad’ y que sin duda logra ponernos en una encrucijada personal.

- Haciendo la guerra a distancia

‘Espías desde el cielo’ comienza sin introducción ni contexto, sin explicarte qué está ocurriendo ni qué va a ocurrir en sus próximos 102 minutos. La película plasma desde el más absoluto rigor la persecución de los máximos artífices de un grupo de terroristas que, tras 6 años siguiéndole la pista, al fin la coronel Katherine Powell del ejército británico logra ubicar su paradero en Kenia, todo con la ayuda de drones y un avión no tripulado controlado por dos solados americanos desde una base militar en Nevada.

Y ahí reside el mayor atractivo de la cinta, accederemos a ella como invitados de honor para acompañar al resto de personajes donde todos desempeñan un papel de espectador, mientras observan a través de una cámara en el cielo y varios drones a la espera de una decisión que nadie quiere tomar: bombardear la zona del objetivo.

La línea de comando, una decisión importante y a quién le corresponde tomarla. Se trata de un dilema que se va propiciando durante el transcurso de los acontecimientos mientras que la tensión se vuelve palpable y va creciendo. El tiempo corre y la situación se va precipitando, la tensión sube, la decisión apremia, y entre tanto, sin darnos cuenta acabaremos siendo partícipes de un debate moral que nos hace ver con total transparencia la crudeza de la guerra, al mismo tiempo que comprenderemos lo complejo de los conflictos bélicos y lo difícil que es tomar una decisión tan importante en una situación de extrema urgencia.

Ciertamente hay una trampa emocional que se esconde tras la inocencia de la infancia, todo para dar contexto a la moralidad de la situación. Igualmente este recurso encaja notablemente y no se vuelve excesivamente forzado, más bien refleja a la perfección el precio a pagar por las guerras, que es la vida de personas inocentes para salvar al resto. La guerra no es un juego, es sacrificio.

En este contexto el rigor político-militar es otro aspecto sorprendente incluso en el procedimiento oficial de este tipo de operaciones y en el uso de armamento de espionaje. Aunque a priori algunas cosas puedan parecer ficción debido a un CGI bastante pobre (pero poco recursivo), el uso de ornitópteros e insectópteros de corto alcance son tecnologías reales desarrolladas por la CIA, así como el drone MQ-9 Reaper, un avión no tripulado controlado a larga distancia. Hasta la representación de la Sala de reuniones de la Oficina del Gabinete de Reino Unico (COBRA) se acerca bastante a su realidad actual. La película logra acércanos lo máximo posible al paradigma militar que vive el gobierno británico y estadounidense.

En la realización ‘Espías desde el cielo’ destaca por una producción notable y un guión tan fuera de lo normal que es emocionante: por momentos nos recuerda bastante al cine de Sheridan y películas como ‘Sicario’, pero reemplazando la acción por el diálogo, con un toque de Sidney Lumet. El reparto viene encabezado por figuras como Helen Mirren, Alan Rickman y Aaron Paul, tres grandes talentos más que suficientes para dotar a la cinta la angustia que quiere transmitirnos.

Más reseñas en:
https://www.desophict.com/cine-y-tv/reviews/
Adrián
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8
11 de junio de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
«¿Cree usted en Dios?». ‘Contact’ no solo era una película con una singularidad científica que la diferenciaba enormemente de otros grandes clásicos de la ciencia ficción. Era mucho más que eso, nos hablaba sobre la propia existencia, la filosofía, la ciencia y la religión, siendo la devota creencia un pilar importante en su narrativa. Y con bastante razón.

La ‘Contact’ con Jodie Foster que todos conocemos en realidad se basa en un libro publicado en 1985 por el homónimo astrofísico Carl Sagan, divulgador de la ciencia que muchos conocemos por la serie documental ‘Cosmos‘, la cual hoy en día Neil deGrasse Tyson lleva sus riendas.

Robert Zemeckis quiso rendir tributo a aquella novela llevando a la gran pantalla una de las mejores adaptaciones que se pudieron ver a finales de los 90. Una película que guarda muchas similitudes con ‘Interestelar’, y de la que hoy me gustaría hablaros.

- ¿Hay vida más allá de nosotros?

La película arranca con un lienzo que se expande mostrándonos lo vasto y enorme que llega a ser el universo. Y lo diminutos que somos nosotros. Hablamos de un 1997 donde los efectos a ordenador comenzaban a florecer, y, para la época que era, la escena de apertura de ‘Contact’ es a lo que hoy en día sería la maravillosa escenografía digital que tiene ‘Interestelar’. Cualquier niño que soñase con las estrellas se le iluminarían los ojos con aquella introducción.

Y precisamente con eso comienza ‘Contact’, con una pequeña Eleanor llena de curiosidad y sed de exploración. Ansiosa por alcanzar con su voz lo más lejano que su pequeña radio le permita, ya sea un pueblo vecino o una playa en Pensacola.

Pero una serie de desvaneciencias le harán perder su fe. Y será esa etapa de su niñez la que marque el resto de su vida. De hecho en este primer acto se esconde todo el pilar de la película, con una importante correlación con todo lo que acontecerá en adelante.

Y pese a las dos horas y media que dura la cinta no tardaremos en llegar a la etapa adulta de Eleanor, cediendo así el testigo a la implacable Jodie Foster. Nuestra protagonista ha encontrado su nueva fe; ya ha establecido contacto con demasiadas Pensacola y es hora establecer contacto ahí fuera.

- La ciencia que hay detrás

No hay acción, no hay explosiones, ni científicos irresponsables que provocarán un desastre natural sin precedentes. ‘Contact’ viene a contarnos, a través de las vivencias de una astrofísica dedicada, todo el proceso de investigación que hay detrás de la búsqueda de señales procedentes del espacio.

Pero tampoco es un mero ensayo científico. Como en la vida real, siempre hay intereses detrás que interfieren con el trabajo. Dada su naturaleza científica y sobretodo existencial, ‘Contact’ plantea un potente dilema filosófico sobre la condición humana, y especialmente de su religión. Un debate que no se antoja de relleno, si no con una necesaria razón de ser. Seas ateo agnóstico o creyente, cualquiera puede contemplar la belleza en su tesis.

También está, por supuesto, el factor político y mediático, que jugarán un importante papel en los acontecimientos de una manera tan poco ficticia que incluso podrían darse en la vida real. Y precisamente eso hace aún más atractivo el filme.

Destaca especialmente por como se aferra la película al rigor científico. Por supuesto hay elementos a baladí y tecnologías inexistentes con un importante valor narrativo. Aún así podríamos decir que ‘Contact’ es una película 90% ciencia 10% ciencia ficción.

De hecho el propio SETI califica a ‘Contact’ como la película más precisa de toda Hollywood a la hora de representarlos.

- El apartado técnico

‘Contact’ es soberbia sin parangón. Cuenta con localizaciones reales en el propio SETI, como el Very Large Array, también el enorme observatorio Arecibo de Puerto Rico que llama toda la atención de un simple vistazo.

Para los efectos especiales contaron con la colaboración de hasta ocho compañías distintas, entre las que se incluían Sony Pictures Imageworks, e Industrial Light & Magic, pioneros en efectos a ordenador.

La escena de introducción de la que os hablaba líneas atrás no solo fue una de las más destacadas de la época, si no también fue la escena más larga hasta el momento que se hubiera realizado a ordenador. 3 minutos de duración.

Otro de los datos más curiosos de la película es que en ella aparece Bill Clinton… gracias a un meteorito encontrado 12 años atrás. El 6 de agosto de 1996 el astrobiólogo de la NASA David S. McKay publicó un artículo en la revista Science donde se aventuraba en la posibilidad de que aquel meteorito incluyera bacterias microscópicas fosilizas de Marte. El artículo generó polémica y al día siguiente Bill Clinton dio una rueda de prensa al respecto con una charla bastante genérica.

Por el contenido de sus palabras, ciertas partes del diálogo podían interpretarse fácilmente como si el presidente hablase sobre el contacto extraterrestre, y aquella idea le fascinó a Zemeckis.

Pero ni las localizaciones, ni la presencia de Bill Clinton, ni si quiera esos innovadores efectos especiales (para la época) eran con diferencia lo mejor del apartado técnico. Lo mejor se encuentra en el comienzo de la película, en un plano secuencia que da lugar a uno de los efectos ópticos más innovadores que se ha podido ver en el cine.La escena del espejo.

Y realmente la explicación era tan sencilla como el uso de tres plano secuencias, azul croma y la intercalación de las tres secuencias.

Más en la reseña original:
- La obra de Carl Sagan
- Similitudes con Interestelar

https://desophict.com/cine-y-tv/contact-la-interestelar-antes-de-nolan/
Adrián
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