Sencillamente cautivadora. Solo le he puesto un ocho, quizás el año que viene le ponga un 9. Fantásticas localizaciones, ambientación, (la luz de las velas y de los exteriores), precisas interpretaciones, sobre todo la de Yolande Moreau que te sobrecoge. Y preciosa la forma de narrar la historia y la descripción biográfica del personaje que complementa la interpretación.

Me gusta especialmente la ambientación en Horta y el Carmelo, la luz amarilla y a veces cegadora interpretada de esa manera tan peculiar de la luminosa Barcelona.
Me encanta la interpretación de los personajes, la dualidad del matón a sueldo y padre y amante cariñoso de Abel (Fracesc Garrido) la crueldad juvenil de Kay (Aida Folch) y sobre todo la de su padre Manuel Morón) un don nadie sin suerte ni deseo de tenerla.
Pero sobre todo lo que destacaría es el ritmo pausado de la pelicula, al mismo tiempo que trepidante en acontecimientos y situaciones que merece esta buena historia de cine negro.

Solo le falta ver como aguanta el paso de los años a esta gran obra de cine negro que tanto se echa de menos en la actualidad. Estupendos los personajes en cuanto a contenido y actuación de Phillip Seymour Hoffman, incluso del habitualmente poco natural Ethan Hawk.

Un gran enredo de flashbacks para obtener cero en tensión y relato. No cuenta nada, trata de liarnos y al final no pasa nada. Un gran desperdicio de reparto. Como la mayoría de las peliculas americanas desprecian el contexto y el contenido.
El doblaje al castellano es para mención aparte.

Interesante película llena de buenas canciones y momentos, que no se centra en los tópicos de las bandas de rock y su decadente relación con el alcohol y las drogas tan manido.
Trata de las relaciones humanas y desde la visión de un niño, de este maravilloso mundo de la carretera y las bandas de rock con una perspectiva limpia y sin prejuicios.