Superar al clásico de 1973 era una tarea casi imposible pero por las imágenes previas al estreno parecía que podía estar a la altura de una buena película de terror. Menuda decepción. Abusa de los clichés de las actuales películas del género, no consigue crear una atmósfera de terror, no innova, no impresiona, no da miedo, ni siquiera los jumping scare están bien realizados. El climax de la película resulta más cómica que terrorifica.
Como punto positivo puede destacarse la interpretación de las niñas, en especial de la protagonista, la realización y los efectos visuales. En definitiva, si quieres ir a pasar un rato entretenido al cine y no tienes nada mejor que hacer no es mala opción, si lo que buscas es pasar miedo, tensión o algo parecido a la clásica te decepcionará.