Es sin duda una de las mejores miniseries coreanas actuales.

El ritmo de los capítulos tiene una estructura brillante, en cada capitulo se desarrolla la trama general y a la vez resuelve mini historias que ayudan a reforzar el fondo de lo que se está retratando, la situación interna en el ámbito militar desde la óptica de los jóvenes que hacen el servicio militar obligatorio.
La historia se desarrolla teniendo en cuenta que cada uno de los personajes viven esa experiencia de forma diversa, cada uno y cada historia que trasladan aportan una reflexión distinta al público que hacen de cada parte un todo de la pieza a modo cubista.

Otra de las cuestiones a destacar es la fotografía artística y estética que ha sido capaz de retratar una temática vieja y repetida, que de entrada es difícil empatizar con el público máxime en 6 capítulos. Pues suele ser fría, con un estereotipo duro, hostil, violento como todo lo relacionado con el ámbito militar. Y aun así han sido capaces de trasladar frescura y juventud.

Reparto.
Si la serie es un pelotazo, ni qué decir tengo del elenco de actores que la conforman. No hay ninguna de las caracterizaciones de los personajes que no sean para quitarse el sombrero.

Hae-In Jung, se sale! Es uno de los mejores trabajos que ha hecho hasta ahora y que sin duda marcará un antes y un después en su carrera. Aquí se ve un actor maduro, polifacético, con capacidad para sacar adelante cualquier papel que le venga.