Al ver la reseña y tráiler de Let The right one in, mi esperanza con respecto al género vampiresco estaban desapareciendo, me parecían todos relatos planos, repetidos, burdos, algunos comedia algunos terror drama que no daba para presentarse en un cine, otros combinación de los dos. Incluso, películas de las criaturas nocturnas como entrevista con un vampiro que consciente de su calidad me entraron y salieron como si nada. No es el caso de este peliculón, una pelicula que se toma tan en serio que termina humanizando y a la vez deshumanizando a los vampiros en un relato perfecto con un clima de nostalgia y oscuridad.

Porque como poder vivir eternamente con doce años si sabes que tu edad y tu mentalidad tendrán que enfrentarse con tu sed de sangre. Porque como seguir soportando todas las adversidades de la vida escolar rodeada de idiotas. Como soportar el frío sin tener nadie con quien soportarlo. Como ser un un niño y empezar a dejar de serlo. Como hacer una película de vampiros que te haga enfrentar tantas preguntas y te describe y muestre unos personajes a la perfección sin caer en el intento de tratar de sorprender por tratarse de un tema sorprendente.

Al tiempo que pasa todo eso se nos cuenta una historia de amor de aquellas, de aquellas puras que se viven una sola vez, que te inspiran para siempre y te ayudan a enfrentar tus problemas y sazafarte de ellos pegando palos en la cara a tu torturador, esos amores que se viven en la inocencia, esas historias de amor de los niños.

Técnicamente la pelicula esta notable y agradecerle a Tomas Alfredson por la capacidad con la cual supo dirigir este film de la mejor manera hacia el podio del cine de los vampiros. Amor, nostalgia, necesidades, juventud, venganza, terror, sangre, muertes, felicidad, todo eso mezclado en un plato que me serviria una y otra vez. Con unas tomas y colores gratificantes, no queda nada más que decir, que buena película la que he visto.