Aunque ha ganado muchos adeptos con el tiempo, Quatermass 2 fue desde el principio considerada una película bastante floja, y más cuando apareció la tercera. Esta secuela es demasiado desangelada, y aunque tiene puntos buenos como esa criatura mamotrética final, lo cierto es que es algo aburrida.

Quatermass 2 extiende un poco el universo paranoico de Quatermass y nos da una experiencia de horror de monstruos cincuentero mezclado con el toque británico-lovecraftiano que la separa en cierta manera de las producciones del género que venían de los Estados Unidos. Val Guest repite fórmula y estructura y desgraciadamente cae en los mismos errores que en la primera parte, resumido en muy poco monstruo para una película que tiene un reclamo importante en ello.

No es de mis sagas favoritas, pero de laguna manera sigo teniendo curiosidad por la tercera parte.