Y no es casualidad que se recuerde tanto esta obra de Dreamworks.
Además de la calidad técnica que se presupone, tenemos una historia dinámica, entretenida, sin bajones y...sus personajes.

En la mayoría de obras de animación los personajes (quitando protagonista) suelen ser relleno y dar la sensación que encajan en cualquier otra película. En esta desde los maestros, los furiosos o el gran malo tienen un carisma incontestable.

Con guiños al cine de artes marciales tenemos los mismos mensajes de siempre, es cierto, pero en este caso me ha gustado especialmente. El motivo es que el estar gordo es algo que tiene y retiene durante toda la película formando parte de su esencia. En la mayoría de producciones este panda hubiera terminado en anguila.

Obra para toda la familia, entretenida de principio a fin, que se me hizo corta.