La verdad es que yo no soy partidario de que el actor que hacía de Mr. Bean hable, porque es más que nada un mimo. Superada ya la aversión a que otro personaje suyo, o impuesto por los productores, hable, lo cierto es que tiene bastante más gracia de lo que recordaba. El torpe espía deberá cumplir una misión y no dudará en usar todo su malhacer y torpeza para cumplir la misión, con mucha ayuda y por los pelos, como viene siendo costumbre en este tipo de producciones. Los actores me gustaron y me hicieron creer todo.
Veredicto final muahahaha; dentro de la escala de diversión es mejor de lo que recordaba aunque Atkinson no consigue desprenderse del papel de Mr. Bean porque es demasiado clásico y difícil que lo consiga. Pero si no nos fijamos en nada de eso y la vemos como película sola sin atender a más nada, lo cierto es que entretiene. Por eso mismo la recomiendo porque te arrancará alguna sonrisa en una producción simpática y sin más pretensiones.