Amplio reparto de rostros conocidos y reputados del cine, que participan en este relato sobrenatural dirigido por Sam Raimi, que permiten al director y guionista jugar con las sospechas que giran alrededor de toda una galería de personajes, que parecen estar relacionados con la desaparición de una mujer.
Construye una trama que engancha desde un comienzo, en la que se van presentando toda una serie de personajes estrafalarios que visitan la consulta de una vidente, que parece tener un verdadero don para intuir los sucesos del pasado y futuro, que servirán para la investigación de la búsqueda de la mujer desaparecida.
Se sigue con facilidad y resulta atractiva, aunque pueda abusar de las visiones de la protagonista y resultar tramposa, ya que emplea esas visiones para avanzar en algunas de las fases de la investigación.
Algunos de los personajes están de relleno y para desviar la atención del verdadero responsable, pero eso sin duda eleva la confusión y el suspense, lo que hace mantener el interés por alcanzar su desenlace.
Las pistas e indicios de violencia que rodean al caso, junto con los vínculos existentes entre todos los personajes, hacen que el espectador baraje las posibles razones del responsable e incluso llegue a anticiparse a la resolución sin necesidad de ser vidente.
Así pues, una trama de suspense ligera y sencilla, bien dirigida, pero que deja la impresión de desaprovechar el elenco de actores y que bien podría haber sido un episodio para la serie Médium.