No me gusta coincidir en opinión con Maldito Bastardo, pero en este caso no me queda otro remedio. En lo fundamental estamos de acuerdo, aunque su estilo ... sea su estilo.
Qué necesidad tenía Mendes de vapulear emocionalmente a un personaje que encarna el chic y la bonhomía por definición ... un icono que no se despeina, al que no se le arruga el traje, que es omnipotente (sí, sí, en todos los bastardos sentidos) y que está al servicio de Su Majestad y de todas las pequeñas majestades que se le pongan por delante mientras conduce una moto, pilota una lancha, una avioneta, un cochazo o se sirve de cualquiera de los trastitos que crea para él el inefable personaje "T".
Martin Campbell y Marc Foster , los directores que tuvieron que penar con Daniel Craig como encarnación de 007 , demostraron el buen gusto de no obligar a los guionistas a utilizar esa licencia para matarlo a él, y dar paso a un 008, que bien podría encarnar el propio Javier Bardem, icono de la clase, estilo y la flema, como todos sabemos. Especialmente de la flema.
Si el pasado de "M" vuelve para atormentarla, Sam, permite que James continue con su esplendor en el lujo y su gloria en las armas. Querer hacer de este personaje una especie de Robin Hood crepuscular, al estilo del que interpreta Sean Connery (otro excelso Bond) en la genial /Robin y Marian/ es un fiasco absoluto y una prostitución del espíritu tanto del personaje como de las novelas de Ian Fleming. Acomete un proyecto "Dogma" y déjanos seguir soñando. Bond no es humano, y no queremos que lo sea. Es Woody Allen el que va al sicoanalista.. los héroes deben permanecer implacables e imperturbables, más todavía en tiempo de crisis.
¿La película merece la pena del desembolso de una entrada? Por supuesto; el envoltorio -la música, los efectos especiales, el reparto.. - bien valen la inversión de una tarde. En esto difiero con M.B, cuyo concepto de la belleza y de la "trospidez" me llena de estupor aunque me haga reir. Como la forzada caracterización de Javier Bardem, como la absurda pretensión de trascendencia y profundidad de la que quieren dotar a /Skyfall/ .
Ni nos agita ni nos remueve.