El film parte de la base de que una vaina, llegada del espacio exterior, en cuyo interior no se sabe muy bien lo que hay, realiza la copia de un cuerpo humano, pese a que ese cuerpo nuevo no sea humano aunque lo parezca. Los seres de las vainas se van multiplicando a costa de vidas humanas, de esta forma, la supremacía y supervivencia del ser humano, empieza a correr un grave peligro. Los seres humanos, empiezan a informarse y a tomar medidas para luchar contra este mal, pero también, los bichos salidos de las vainas forman alianzas con el propósito de ser ellos quienes gobiernen el planeta.

Al final de “La invasión de los Ladrones de Cuerpos” el protagonista es el único ser humano cuyo cuerpo no ha sido “robado” por los ladrones de cuerpos, esto significa que él atravesaba una carretera en sentido contrario a la que atravesaba el resto de la población yanqui (una población en la que todos sus habitantes pensaban igual, llevando vidas dedicadas al trabajo y al parecer, carente de sentimientos, lo que viene a transmitir una metáfora de la sociedad de 1956, en la que se suponía que los comunistas estaban locos y a favor de los soviéticos).

En los albores del cine, en los años 20, 30 nace el denominado cine de vanguardia, que intenta separarse de los cánones del cine clásico y de sus reglas, con el objetivo de buscar una actitud reflexiva en el espectador (y también como es lógico, una forma de discurso nunca antes vista, mediante una forma de realizar cine nuevo).

Al terminar la segunda guerra mundial Estados Unidos quedó en paz pero la paz sale cara, para seguir ganando dinero eligieron a los rusos como sus futuros enemigos y declararon al comunismo como el cáncer del planeta, la guerra fría. Muchos directores, actores, escritores y artistas fueron fuertemente perseguidos en la denominada Caza de brujas. Elia Kazan, Fritz Lang, la lista de “criminales comunistas que debían ir a prisión” se fue agrandando, empezaron los chivatazos, el F.B.I y Edgar Hoover impusieron un régimen del terror en el cual las personas que no siguieran las órdenes establecidas, serían puestos a disposición judicial o deportados.

Que el ser humano reflexione es algo que no todas las películas pretenden, en el caso del cine de vanguardia es todo lo contrario, ya que estas películas tienen escenas contundentes que remueven las ideas del cerebro y no son un mero videoclip sin gracia como la mitad de las obras que son seleccionadas cada año en los Oscar’s, obras, que poco tienen que ver con la vanguardia porque están aliadas con el capitalismo.

“Body Snatchers” es la primera obra maestra del que más tarde sería la mano derecha y uno de los mejores amigos de Clint Eastwood. “La fuga de Alcatraz”, “Harry el Sucio”, son muchas las colaboraciones que Don Siegel hizo con “El bueno” del salvaje oeste. Aunque Don Siegel ya no siga entre nosotros siempre seguirá vivo en la memoria del cine moderno americano.