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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Acción. Thriller Un "beekeeper" es un operativo secreto de alto nivel a quien solo se recurre en situaciones extremas de emergencia nacional. Cuando Adam Clay (Jason Statham), agente retirado, vuelve a la acción de forma independiente para vengarse de una empresa de fraude online, descubrirá una conspiración en las más altas esferas del gobierno, pero Adam no se detendrá ante nada ni nadie para intentar hacer justicia.
17 de mayo de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Beekeeper: el protector” es lo que parece: «otra de Statham». En principio, con eso quedaría todo dicho y poco más habría que aportar. Como nota curiosa comentaré que, incomprensiblemente, con una historia que es, conceptualmente, la misma de siempre (con momentos más delirantes incluso) y con efectos digitales que, en el mejor de los casos, sólo cabe calificar de cutres, la cinta es tan brutalmente simple y directa que la disfruté más que de costumbre. Porque, a ver, para hacernos una idea, no habiendo presupuesto para volar el edificio que exige el guion, la producción photoshopea un inocendio sobre el edificio, escenifica un cordón policial con los bomberos yendo de acá para allá sin saber que hacer y echando agua sin mucho sentido y listo. Un guion totalmente desquiciante que incluye una organización secreta de apicultores mitad biólogos zen y mitad sicarios de la Granja San Francisco, al ex-jefe de la CIA trabajando para un call center de estafadores y a un familiar del presidente ofreciendo influencia política a empresas que financian su máster y una cátedra en la Universidad sin tener ni una mala licenciatura en Ciencias Políticas o similar. Bueno, esto último no es del todo exacto, pero tampoco puedo dar demasiados detalles por el rollo de los spoilers.

Lo fascinante del tema es lo que contaba antes, que hubo momentos en los que estuve tentado de ponerle un notable alto porque, inexplicablemente, me lo estaba pasando como un enano viendo al calvo repartir estopa. Luego la película se pasa de frenada con personajes simpáticos pero algo estrafalarios, como un ninja no binarie que va por ahí con una minugun gatling, que te obligan a reflexionar y replantearte la puntuación. Es cierto que la película no es muy larga y llega con fuerzas al final, pero se deja la frescura por el camino y el notable se me antoja excesivamente generoso. Aún así, merece la pena destacar un inteligente planteamiento de pocas palabras y mucha acción, en el que sin apenas más presentaciones de las estrictamente necesarias, Statham se ve envuelto en una situación que requiere patadas, fracturas óseas y explosiones. Frente a otras producciones que dilapidan su credibilidad tratando de crear un contexto innecesario o dar profundidad innecesaria a los personajes, “Beekeeper: el protector” habla poco y pega mucho.

A pesar del fuerte arranque, la película logra crear el crescendo de violencia que necesitan estos productos para no hacerse repetitivos, proponiendo situaciones cada vez más complicadas al protagonista. Además, la película resuelve con nota una de las claves de este género: encontrar villanos tan odiosos que da lo mismo las veces que hayas visto escenas similares y lo predecibles que sean, no puedes irte a descansar sin saber que se ha hecho justicia y les han puesto las peras a cuarto. “Beekeeper: el protector” propone unos malos poco frecuentes, pero se guarda unos giros algo rocambolescos pero, a estas alturas, perfectamente digeribles, que les permiten tener contactos con mercenarios y militares profesionales que pongan las cosas difíciles al héroe. Un héroe que, todo hay que decirlo, no explota en exceso sus habilidades de combate, como si de todo su repertorio marcial, el presupuesto sólo alcanzase para disfrutar de la patada frontal. Pero da lo mismo, su mera presencia es sinónimo de muerte y destrucción sin piedad y los malos son tan malos que sólo quieres verlos muertos, preferiblemente de una manera lenta y dolorosa.

A su minimalismo argumental y a un villano repugnante, “Beekeeper: el protector” añade otra clave, un protagonista con carisma como para dar nombre a un subgénero de acción («una de Statham»), de modo que el conjunto resulta un título destacable en el catálogo de Prime Video que no reinventa nada, pero entretiene y hace pasar un buen rato echando de menos que no haya Stathams que limpien la vida política de este país, aunque sea escuchando sus filosofadas sobre la sociedad y las abejas.
OsitoF
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