Segundo subproducto de Seagal en el nuevo milenio, esta vez rodado en Polonia para abaratar costes tras el fracaso de su anterior film: "Al filo de la muerte", que costó 25 millones de dólares y sólo recaudó 19 (a nivel mundial).
Este varapalo hizo replantearse a Steven qué hacer. ¿Un film serio? ¿Algo más profundo? ¿Volver a "En Tierra Peligrosa" y aprovechar su independencia para criticar aún más a las corporaciones?
Pues la respuesta fue "El Extranjero", film que costó 16 millones de dólares (una burrada para ser un lanzamiento que debutó en vídeo). ¿Y mejoró la cosa respecto a la anterior película? No.
Aquí Steven Seagal se rodea de actores desconocidos como vehículo de lucimiento personal en un film lento y pesado, con un argumento sin pies ni cabeza, donde el supuesto "misterio" es por qué lo persigue todo el mundo a él, y donde intenta (de manera fallida) jugar a ser James Bond (podríamos considerarla su película más cercana a las del agente inglés en cuanto a estilo de acción). De esta manera, nos encontramos cada vez con menos escenas de artes marciales y más charlas soporíferas con argumento vacío, frases tópicas y desarrollo lento, lo que la hace poco aconsejable para alguien con un poco de gusto. Incluso sus fans la encontrarán plomiza. Y lo digo después de visionarla 2 veces (no seguidas, claro, si no me habría dado un yuyu).