La primera vez que visioné Skyfall he de admitir que me dejó algo frío porque no era lo que esperaba. Me había dejado llevar mucho por la ilusión y me esperaba todo un juego de manos en términos de acción. Lo que la película nos entrega, en cambio, es un estudio de personajes sobresaliente, respetuoso y adrenalítico. Pone la justa espectacularidad y épica para dar rienda suelta a los diálogos y a los momentos. No me esperaba eso de Bond. Pero conforme la volví a ver, aún sabiendo qué iba a pasar, me sorprendí al disfrutarla por completo y a conseguir superar a clásicos como "Goldfinger" o "Casino Royale" en muchos momentos. He encontrado, gracias a eso, que Skyfall es mi película preferida de James Bond. Porque sabe ser realista y amena y divertida al mismo tiempo, porqe no descuida la acción ni tampoco a sus personajes y porque encierra escenas de gran magnetismo y tensión que hace unos años parecería increíble que fuesen a parar a una película de este tipo. La franquicia y su actor principal llegan al estrellato con esta entrega. Ahora las apuestas están altísimas, pero nada es imposible. Veremos qué pasa el año que viene.