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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
8
Terror. Thriller Seis años después de la violenta muerte de su marido, Amelia (Essie Davis) no se ha recuperado todavía, pero tiene que educar a Samuel (Noah Wiseman), su hijo de seis años, que vive aterrorizado por un monstruo que se le aparece en sueños y amenaza con matarlos. Cuando un inquietante libro de cuentos llamado “The Babadook” aparece en su casa, Samuel llega al convencimiento de que el Babadook es la criatura con la que ha estado soñando. ... [+]
3 de febrero de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Babadook es una historia de miedo, en principio, al uso. La historia del monstruo del armario, o del monstruo que vive bajo tu cama... pero llevada a otro nivel. Es una película completa y compleja que aborda temas humanos sin perder su calidad como cine de terror.

Jennifer Kent debuta como directora y, a partir de ahora, hay que poner los ojos sobre ella. La directora canadiense convierte en película su cortometraje Monster, nacido como diez años atrás y lo hace con un estilo deslumbrante y una precisión implacable. Kent no se conforma con hacer una muy buena película de terror (que ya es difícil de por sí) sino que busca, además, una historia humana de enorme sensibilidad para darle envoltura al asunto. Uno de los hitos de Babadook, puede que el mayor, es combinar la sensibilidad de la pérdida con el terror de situación más puro. Centrándonos en el apartado terrorífico, hay que decir que Babadook está a la altura de las mejores cintas modernas del género, con una capacidad abrumadora para causar inquietud ya sea con los planos, con las situaciones o mostrando todas sus cartas. Lo grande, en este apartado, que hace Jennifer Kent, es tocar tres de los sectores más importantes sobre los que se amparan las películas de miedo y ya no solo unirlos, sino hacerlo bien, con estilo, con conexiones mediante el guion que no pierden el rumbo en ningún momento. La película evoluciona partiendo de una inquietante premisa que se ampara en el niño, sigue con una delirante y salvaje evolución de la madre y, desde ese momento, se combina con un terror más puro, más visual, para dejar que éste sea el que culmine la película. Los tiempos están medidos con precisión y las formas de Jennifer Kent delatan una especial capacidad para entender esa parte de la mente en la que reside el miedo, tanto el racional como el irracional, y para jugar con ella para colocarla en el lugar en el que la directora desea.

El apartado de fotografía, con Radek Ladzcuk al mando, es una verdadera joya que da forma al marco que nos presenta Kent con una compenetración que, al menos desde fuera, parece perfecta. El montaje de Simon Njoo es otra de las auténticas genialidades de la película, con una capacidad sensacional y una precisión en los tiempos propia del cirujano con el mejor pulso del mundo. La edición de Njoo encaja las cosas dentro del nanosegundo correspondiente, consiguiendo una sensación de fluidez que ayuda, y mucho, a la sensación de que la película te atrapa sin que te des cuenta.

La pareja protagonista es un gran acierto de los responsables del casting. Essie Davis hace una labor tan apabullante como estremecedora, pasando por un sector absolutamente terrorífico cuando la vertiente psicológica de la película se rebela. Su entusiasmo y su mimetismo emocional son básicos para dar empaque a su personaje. Noah Wiseman, por su parte, muestra una madurez y una comprensión del personaje que, para su edad, resultan ser casi inexplicables. El joven actor entiende cada fase por la que debe pasar y se mete dentro de su papel para convertirlo en una de las piedras angulares del buen resultado de la película, pues sobre él recae gran parte del peso al principio de la misma y de él depende la credibilidad de lo que escuchamos por boca de su propio personaje.

Resumiendo: William Friedkin, director de El exorcista, definió Babadook como "la película más aterradora" que ha visto jamás. Vista la naturaleza salvaje y transgresora de Babadook, uno no puede evitar encontrar ciertas referencias involuntarias, educadas y al mismo tiempo genuínas de Babadook a El exorcista. Y, de igual modo, hay referencias a otros clásicos del cine de terror. La diferencia entre Babadook y el grueso de películas del género es que la mayoría imitan y Jennifer Kent supura aquello que tanto ha visto y lo hace casi sin querer y, sobre todo, no deja que sus influencias marquen su trabajo: lo que quiere es una película rotundamente personal, aunque no intransferible.
Grijander
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