La peli se divide en tres pequeñas historias en las cuales aparece el mismo gato. En las dos primeras (bastante frikis por cierto) el gato no es más que un mero espectador mientras que en la tercera se convierte en el protagonista. La primera va de un tipo que acude a una agencia para que le quite su adicción al tabaco, y luego descubre que los métodos de esa agencia son extremadamente drásticos. La trama de ésta es muy parecida a la de "The Game" de David Fincher. En la segunda un viejo millonario obsesionado con las apuestas hace chantaje a un tenista y le obliga a caminar por una estrecha cornisa a gran altura e intenta putearle para que caiga. En la tercera tenemos a Drew Barrymore de niña, que cuando duerme es atacada por un duende que sale por un agujero de su habitación y que le roba la respiración. El gato, que acaba en un refugio de animales, tendrá que escapar y acudir en su ayuda.

Aunque la tercera historia es la más épica (me sorprendió lo bien hecho que estaba el duende) creo que la que más me enganchó fue la segunda. La escena que más me llamó la atención fue la de la paloma picoteando el pie al tenista para hacerle caer, me hizo sentir cierta angustia incluso.

En fin, la peli es una joya ochentera que vale la pena ver al menos una vez, sobre todo si eres fan de films basados en historias de Stephen King.